La denuncia de Google de que sus cuentas de correo electrónico eran invadidas por intrusos situados en China cayó como una bomba porque reveló algo que muy pocas compañías se atreven a mencionar: la amenaza constante que representan los ciberataques desde ese país.
La intrusión que enfureció a Google y afectó a decenas de otras empresas aumenta las crecientes preocupaciones de que China puede ser el epicentro de una explosión global de delitos por internet, parte de una ola de ataques contra una amplia variedad de blancos, desde un contratista militar británico hasta compañías químicas y un creador de software californiano.
El gobierno chino niega estar involucrado, pero los expertos dicen que los ataques altamente avanzados indican que las fuerzas armadas —líderes en la investigación de ataques cibernéticos— y otras agencias del gobierno podrían estar saboteando computadoras para robar tecnología y secretos comerciales y ayudar así a las empresas del Estado. “La actividad de ‘hackers’ chinos es importante en calidad y cantidad”, dijo Sami Saydjari.
Fuente:listindiario