Una pequeña compañía con sede en Miami anunció este martes que el Gobierno federal le autorizó instalar el primer cable de fibra óptica entre Estados Unidos y Cuba, lo que podría reducir en forma drástica el costo de las llamadas a la isla y facilitar el acceso de los cubanos a internet.
No fue posible consultar de inmediato a funcionarios del Departamento del Tesoro para que confirmaran el anuncio de TeleCuba Communications. La autorización gubernamental es necesaria a pesar de que el Gobierno de Barack Obama suavizó en abril restricciones de largo tiempo sobre los lazos de telecomunicación con Cuba.
TeleCuba dijo que su cable operará desde mediados del 2011 y que aún necesita la autorización final del Gobierno cubano para instalarlo.
Un funcionario del Gobierno de Cuba que pidió no ser identificado dijo que el país caribeño hace tiempo espera que Estados Unidos otorgue permisos a un “grupo de compañías” que buscan instalar infraestructuras de comunicación. No obstante, dijo que no podía confirmar si Cuba les daría permiso de ingresar al mercado.
Cuba es el único país del hemisferio occidental que no está conectado al resto del mundo con cables de fibra óptica. En su lugar, usa comunicaciones por satélite, las cuales son lentas y caras.
Aunque el cable volvería muy baratas las llamadas, el Gobierno cubano sería el que fije los precios.
También podría mantener las restricciones actuales sobre el uso de internet.
El Gobierno de Venezuela, aliado del Gobierno de la isla, anunció que instalará un cable a Cuba que podría llegar allá el año próximo. Sin embargo, la construcción no ha comenzado y ese proyecto tiene la desventaja de tener que cubrir más de 1,500 kilómetros (966 millas), mientras que TeleCuba sólo debería instalar 176 kilómetros (110 millas).
“Podríamos llegar a entrar en una pequeña carrera contra ellos”, dijo Luis Coello, director general de TeleCuba. La compañía de Miami estima que su conexión costará 18 millones de dólares, los que serían financiados por inversionistas privados, mientras que Venezuela anunció hace unos meses que planea gastar 70 millones de dólares.
El cable seguiría el recorrido de un cable telefónico de cobre de la década de 1950 que está fuera de servicio, de Cayo Hueso al suburbio habanero de Cojimar. Además de servir para comunicaciones, contendría sensores científicos y meteorológicos.
El cable podrá transportar 8 a 10 terabits por segundo, suficientes para más de 160 millones de llamadas simultáneas. El último cable de cobre que se usó entre la Florida y Cuba servía para 144 comunicaciones al mismo tiempo.
Fuente: havanajourna