El 46% de los usuarios de esta red social no pone cuidado alguno para preservar la intimidad de sus datos personales. Sophos advierte que casi la mitad de los usuarios de Facebook no pone ningún cuidado a la hora de preservar su intimidad. De hecho, según datos de una reciente investigación llevada a cabo por la compañía, el 46% de los usuarios de esta red social no pone reparos a la hora de ofrecer información personal a completos desconocidos.
Para llevar a cabo el citado estudio, Sophos ha creado dos usuarios ficticios con nombres basados en anagramas de las palabras “false identity” y “stolen identity”.
La primera de ellos, con 21 años, “Daisy Felettin” fue representado por una imagen de un pato de goma, mientras que “Dinette Stonily”, de 56 años”, se presenta al público utilizando una imagen de dos gatos tendidos sobre una alfombra. Cada uno de ellos envío 100 solicitudes de amistad a usuarios de Facebook elegidos al azar, y que se correspondían con su grupo de edad.
Tras realizar dicha acción, y en las dos semanas siguientes, un total de 95 personas aceptó ser amigo de Daisy o Dinette, lo que supone una tasa de respuesta aún mayor que cuando Sophos llevó a cabo idéntico experimento, por primera vez, hace dos años, utilizando una rana de plástico como personaje ficticio.
Lo peor de todo, sin embargo, según reseña Sophos, es que en el último estudio, ocho de las personas a las que se accedió decidieron convertirse en amigos de Dinette sin siquiera preguntar.
“Esto realmente es una llamada de atención. Nuestra luna de miel con los sitios de redes sociales debe seguir por ahora, pero es importante señalar que muchos usuarios aún mantienen una actitud en que no les importa nada compartir sus datos personales”, afirma Paul Ducklin, Jefe de Tecnología de Sophos Asia-Pacífico, y conductor del estudio.
Así, el 89% del grupo de edad de “los veintitantos” y el 57% de los integrantes del grupo de los de cincuenta que hicieron amistad con Daisy y Dinette también facilitaron datos sobre su fecha de nacimiento, direcciones de correo electrónico o información del pasado como a qué escuela fueron o en qué universidad cursaron sus carreras. La fecha de nacimiento y el correo electrónico implican una combinación muy peligrosa que puede ser tomada como punto de partida de estafadores y gente con intenciones poco deseables.
El resto de los que aceptaron la invitación suprimió el año de nacimiento, pero con frecuencia esto es fácil de calcular o adivinar a partir de otra información facilitada. Peor aún, casi la mitad de los “veinteañeros”, y poco menos de un tercio de los mayores de cincuenta, regaló información personal sobre sus amigos y familiares.
Fuente: Sophos