Las empresas de software recomiendan la actualización periódica desde la Red de sus programas informáticos, cuando éstos estén ejecutados en el escritorio del ordenador del usuario. Las actualizaciones añaden funcionalidades nuevas, mejoran las ya existentes y corrigen agujeros de seguridad. Sin embargo, un ordenador con programas en plena actualización puede convertirse en una máquina lenta y torpe; por ello, conviene gestionar personalmente dichas actualizaciones.
El hecho de que estas actualizaciones se apliquen directamente en los ordenadores es, por un lado, una ventaja y, por otro, un inconveniente. Si las actualizaciones pendientes son varias y frecuentes (el antivirus, el sistema operativo, el reproductor multimedia, el editor de textos o de imágenes…) y se realizan todas simultáneamente, el ordenador deja de funcionar de forma correcta.
Actualizaciones innecesarias
Muchos usuarios disponen de aplicaciones instaladas que, por diversas razones, no utilizan. Éstas ocupan espacio en el disco duro y recursos en el procesador del ordenador, lo que supone una merma en el funcionamiento general del sistema cuando se activan las actualizaciones y sus procesos internos de gestión.
La solución más adecuada es estudiar cuáles de los programas instalados son todavía útiles y cuáles no
La renovación se fundamenta en un software que contacta desde el escritorio del PC con la página del programa en la Red para conocer cuándo será la próxima actualización y descargarla lo antes posible. Es un método de gran utilidad para las aplicaciones en uso, pero entorpece cuando afecta a sistemas en desuso, ya que no dejan nunca de funcionar y consumen recursos.
La solución más adecuada es estudiar cuáles de los programas instalados son todavía útiles o de uso frecuente y cuáles no para, en consecuencia, eliminarlos y liberar al sistema.
Gestores de actualizaciones
En los ordenadores, es recomendable configurar las aplicaciones instaladas para que sólo se puedan actualizar de modo manual y cuando el usuario lo indique. En el sistema operativo GNU/Linux, este problema está resuelto con la utilización de Synaptic Package Manager, un programa para la gestión de paquetes de aplicaciones. Funciona en distribuciones como Debian y Ubuntu. Utiliza los diferentes repositorios de archivos para la gestión y actualización de todos los paquetes instalados en el sistema y otros más que estuvieran disponibles para su puesta en marcha.
Application Update (acceso directo) soluciona el que la última versión del sistema operativo Mac OS X ‘Leopard’ no gestione las aplicaciones de terceros. Mac OS X ‘Leopard’ contiene un actualizador de software que avisa de nuevas actualizaciones del sistema operativo y de las aplicaciones desarrolladas y controladas por Apple, como iLife, iWork o iTunes. Otra aplicación es LogicielMac Update.
Los sistemas operativos Windows XP y Windows Vista, en cambio, disponen de un gestor de actualizaciones que resulta muy útil para mantener el sistema operativo al día, pero que deja fuera todas las aplicaciones de terceros instaladas en el ordenador. Para solucionarlo, diferentes propuestas gestionan la actualización de los programas externos a Windows. Algunos son SUMo, UpdateStar y Ketarin.