Esta semana se han dado a conocer dos problemas de seguridad relacionados con Internet Explorer. Un fallo es muy grave y permite la ejecución de código arbitrario en el sistema con solo visitar una página web. El otro fallo es mucho más leve, y solo permite que un atacante obtenga información confidencial a través de archivos PDF impresos desde el navegador.
De la primera vulnerabilidad, la más grave, se han dado todos los detalles de forma pública. No se han observado de forma masiva ataques que la aprovechen, pero dadas las circunstancias, parece que no tardarán en aparecer. El fallo está en el manejo de punteros en la función “getElementsByTagName” de mshtml.dll al procesar objetos CSS. Un atacante remoto podría ejecutar código arbitrario con los privilegios del usuario que corra Internet Explorer con solo visitar una página especialmente manipulada.
Microsoft ya ha reconocido el fallo y está trabajando en un parche para solucionarlo. Solo afecta a las versiones 6 y 7 del navegador. Si no es posible usar la versión 8, como contramedida, se recomienda elevar la seguridad de las zonas de Internet Explorer a “Alta” para las páginas no confiables. O desactivar directamente el “Active Scripting” en las “Opciones de Internet”, pestaña de “seguridad”, “nivel personalizado”.
El otro problema de seguridad encontrado en el navegador es mucho menos peligroso. Cuando se abren en Internet Explorer páginas web almacenadas en el disco duro y se imprimen con cualquier impresora virtual en formato PDF, el navegador añade en el archivo información que no debería estar ahí, como la ruta local de la página que se ha impreso en PDF. Lo añade en el interior del archivo de forma que no se ve a simple vista.
Es necesario abrir el archivo PDF con un editor para observarlo. Un atacante con acceso al documento PDF podría obtener así información sensible a partir de esas rutas locales, como por ejemplo los nombres de usuario y versión del sistema operativo analizando el archivo con un editor.
La persona que ha alertado sobre este último problema, advierte que con el buscador Google, es muy sencillo encontrar ficheros PDF que han sido impresos en este formato a través del navegador y que contienen la ruta del disco duro donde estaban alojados. En la mayoría de las ocasiones si esta ruta es la de “Mis documentos” en Windows, podrían incluir el nombre de usuario que las generó.
Este fallo afecta a todas las versiones incluida la 8. Microsoft no lo considera un problema de seguridad, así que aunque ha reconocido el problema, no parece que vaya a aplicar un parche. Lo más probable es que posteriores versiones del navegador, o bien un posible futuro Service Pack, anulen este comportamiento. Mientras tanto, se recomienda que si se imprimen con impresoras virtuales páginas HTLM interpretadas con Internet Explorer, se abra posteriormente el archivo PDF con cualquier editor, se busque la información sensible y se elimine.
Fuente: nwnetworks