El Mundo ha publicado un interesante artículo sobre el misterio que rodea a las fábricas de productos de Apple. Una de ellas, situada en la ciudad china de Longhua, es calificada como una gran “fortaleza industrial”. Todo lo que rodea a estos productos son guardados con celo, utilizando tácticas que parecen sacadas de una novela de espías: detectores de metales, demanda ante la primera sospecha y guardias que parecen carceleros.
La obsesión de Apple con el secretismo es leyenda en Silicon Valley. Con los años, ha despedido a ejecutivos por chivatazos y pedido a blogueros que paren la exposición de secretos comerciales. Además, esta premisa también se traslada al ámbito doméstico, ni siquiera se puede hablar con la pareja del asunto, sobre todo cuando está cercana la fecha de lanzamiento de un nuevo producto. Y es algo que todos aceptan.
Dentro de la “ciudad fortificada” camiones contenedores y grúas van de un lado para otro sin descanso. En el interior de las fábricas hay dormitorios, comedores, salas de juego, incluso bancos, oficinas postales y panaderías. “La seguridad es estricta en cualquier lugar dentro de las fábricas”, dijo un trabajador uniformado fuera de la fábrica de Foxconn en Longhua, a más o menos una hora de Hong Kong. “Usan detectores metales y nos buscan. Si tienes algún objeto metálico cuando sales, simplemente llaman a la policía”, dijo.
Estas prácticas han sido calificadas de “extremistas” por la industria China: los empleados sospechosos de filtrar información pueden ser investigados por el contratista y demandados, los que trabajan en producción no tienen ni idea del aspecto que tendrá el producto terminado, y esta discreción que Apple exige a sus proveedores y trabajadores es tan sólo la extrapolación del modo de trabajar de la compañía en su propia sede, dicen sus antiguos empleados.
¿Qué pasa si se produce un chivatazo o filtración por parte de los proveedores? Ante la dificultad para saber o probar el origen de la misma, la compañía cambia de proveedor y punto. Sin riesgos, prefiere que “mueran” inocentes a que escapen culpables. “A menos que haya una grabación o un correo electrónico que pueda ser claramente identificado a un distribuidor de Apple, todo va a ser un juego de acusaciones con todos señalando con el dedo a todos los demás”, dijo una de las fuentes del diario.
Un caso que salió el año pasado dio la vuelta al mundo. Un empleado chino de Foxconn, uno de los principales proveedores de Apple, se suicidó tras ser interrogado por la empresa. Según informaciones de la prensa local, era sospechoso de haberse llevado de la fábrica un prototipo de iPhone (al que había tenido acceso).
Fuente: muycomputerpro