La tecnología y la crisis económica impulsan el e-fraude, un delito que generó pérdidas de entre 18,000 y 20,000 millones de dólares durante el 2009 a nivel global, según expertos en seguridad bancaria. En América Latina específicamente se ha visto un incremento en el e-fraude debido al aumento de la conectividad a Internet y el uso del teléfono móvil, señalaron los expertos reunidos en el Congreso de Seguridad Bancaria “Celaes 2010”. “Está aumentando el fraude electrónico en Latinoamérica porque está aumentando la conectividad”, dijo Antonio Martínez director para el sector financiero de la firma privada europea “BT” con clientes como Banco Central Europeo y la OTAN.
Indicó que la penetración de conexión móvil se incrementó en esa región un 90% en la última década y que redes sociales como Facebook cuentan con 60 millones de usuarios.
“La conectividad es un hecho muy positivo para el progreso y los negocios, pero acarreara lacras como el fraude electrónico”, advirtió Martínez en declaraciones a periodistas.
En ese sentido Fabián Zambrano de la empresa colombiana de seguridad de información “Digiware” dijo que una menor afectación de la región por la crisis económica la hizo más atractiva para fraude electrónico.
Indicó que en la actualidad cada hora se reportan 300 portales de “phishing” (suplantación de identidad) y de cada diez personas que los visitan, al menos una entrega información que permite tener acceso al portal de un banco y robarle de 300 a 500 dólares en una hora.
Zambrano señaló a periodistas que Brasil es el país de la región donde más se comete este tipo de fraude y va dirigido a países como Perú, Argentina, Chile, Colombia, Estados Unidos y países de Europa.
Durante un panel sobre la realidad del fraude bancario Ray W. Schick, vicepresidente de fraude, seguridad e investigaciones de JP Morgan Chase citó datos del Buró Federal de Investigaciones (FBI) según las cuales el fraude en general generó pérdidas a nivel global de entre 18,000 y 20,000 millones de dólares el año pasado.
Sostuvo que tan sólo en Estados Unidos la crisis económica aumentó el intento de fraude en un 39% en el 2009 y que sigue en aumento.
Osvaldo González, presidente del Comité Celaes-Felaban (Federación Latinoamericana de Bancos) reconoció que la banca latinoamericana es vulnerable, pero dijo que “está absolutamente regulada y absolutamente protegida frente a la comisión del fraude”.
Expresó que los problemas que tienen que ver con la seguridad pública y que revisten caracteres de delito que afectan a la industria financiera no son distintos a los que afectan al resto de la comunidad.
“Es un problema de seguridad pública”, sostuvo el también gerente de seguridad del Banco de Chile.