Sé que es un tema delicado, pues a mucha gente le duele cuando decides dejar de seguirla. Pero es una realidad: no todos caben en un timeline funcional. Así que si de pronto quieres hacer una limpieza de contactos, a continuación te recomendamos seis tipos de usuarios que no debes seguir.
1. Populistas
Modus operandi: El populista es un usuario que gana seguidores a través de darle a la gente lo que quiere. Suele ser quejumbroso de la situación de su país, tirarle con todo a su gobierno, y rara vez sostiene una postura definida. Va donde lo lleva la marea: simpatiza con sus seguidores mediante un mecanismo de catarsis colectiva. Es criticón, pero casi nunca sostiene algún argumento que soporte su reclamo. Maneja la queja sistemática y no está conforme con nada.
2. Sindicadores
Modus operandi: Sus actualizaciones se reducen, básicamente, a la canción que están escuchando en ese momento, al último vídeo que visitaron en YouTube, o a su entrada más reciente en su blog. Se caracterizan porque utilizan Twitter como un medio de difusión unilateral. Rara vez contestan algún reply — y algunos ni siquiera publican contenido propio. Si en su perfil ves una alta concentración de tweets sindicados, mejor aléjate.
3. RTs compulsivos
Modus operandi: No escribe, retuitea. Prácticamente todo el contenido que ofrece es una antología de los mejores tweets de otros usuarios. Peor cuando resulta un admirador de las citas famosas, de las frases de la abuela, de la inspiración instantánea y demás lugares comunes. Otra variación de este especímen es el que contesta todo con un RT manual. Estos usuarios contaminan mucho el timeline, así que es recomendable evitarlos.
4. Adictos al hashtag
Modus operandi: Los hashtags son lo mejor y lo peor que le pasó a Twitter. Por una parte, son muy útiles para recopilar información; y bien usados, pueden servir como un elemento metalingüístico bastante interesante. Sin embargo, hay usuarios que caen en el abuso, lo que resulta chocante de leer. #Sabesquedebesdejardeseguirinmediatamenteaunusuario cuando veas aberraciones de este tipo en un tweet.
5. Los tengo hambre
Modus operandi: Sus tweets son mayoremente irrelevantes. Así de simple. Sienten la necesidad de compartir con el mundo hasta el más mínimo detalle de su vida. Predominan en su contenido ejemplos como “Tengo hambre” o “Voy al baño”. No necesitas anunciar cada movimiento que realizas. Estoy de acuerdo que hablar de tu día a día es una forma de desahogo, pero si parece que estás siguiendo a un generador automático de frases, es mejor buscarse otro contacto. No son malos, sólo aburridos.
6. Demasiada información
Modus operandi: Suelen subir contenido NSFW a Twitter sin avisar — en algunos casos, imágenes o vídeos de ellos mismos. También tienen la costumbre de ventilar aspectos de la vida íntima de otros (especialmente, de antiguas parejas), o hacer comentarios escatológicos. Aunque acá depende del grado de tolerancia de cada quien a este tipo de temáticas, es muy desconcertante cuando le picas a un enlace y te sale la foto de un desconocido en poses sugerentes. En serio, no lo hagan. Aún quedan más usuarios problemáticos en el tintero, como los que confunden Twitter con un chat.