Los enfermos con diabetes tipo 1 podrán controlarse mejor en el futuro por medio de un nuevo páncreas artificial que usa un algoritmo computarizado para el equilibrio de los niveles de azúcar en nuestro organismo. En la diabetes tipo 1, nuestro páncreas deja de producir la suficiente insulina, que es una hormona que baja los niveles de azúcar, y además de liberar suficiente glucagón, que sube la concentración de azúcar en nuestra sangre.El páncreas artificial nuevo, desarrollado por los bioquímicos de la Universidad de Boston y el Hospital General de Massachusetts (Estados Unidos), ha solucionado este problema casi como lo haría un órgano sano. El mecanismo se compone de un monitor continuo de azúcar en la sangre, un par de surtidores que inyectan las dos hormonas debajo de la piel y un computador portátil, que puede ejecutar un programa capaz de calcular los nivel de hormonas que necesita el paciente en un momento dado.
De acuerdo describen sus creadores en una investigación publicada en la revista “Science TranslationalMedicine”, aunque todavía no es una cura definitiva, la novedosa tecnología significa un giro radical en el tratamiento de dicha enfermedad crónica, que afecta a 285 millones de individuos en todo el mundo.