Los gusanos, troyanos y virus informáticos que conforman el “malware” o software malicioso son un fenómeno que ha traspasado el mundo de los ordenadores para convertirse en una amenaza cada vez más común en los “smartphones” , según un experto finlandés en seguridad informática.Jarno Niemelä, investigador del laboratorio de seguridad de la compañía finlandesa especializada en este sector, F-Secure , explicó hoy en un encuentro con la prensa en Helsinki que se han detectado un total de 517 virus y troyanos dirigidos a los teléfonos móviles desde que apareció el primer “malware” de este tipo en 2004.
Según Niemelä, la diversidad de plataformas operativas para móviles dificulta ligeramente la proliferación de software malicioso, ya que los “ciberdelincuentes” deben crear distintos virus para Symbian, BlackBerry , Android, Windows Mobile o el iOS de Apple .
Sin embargo, añadió, la descarga de aplicaciones y el acceso a Internet y a las redes sociales como Facebook o Twitter a través del móvil son cada vez más habituales, lo cual incrementa el riesgo de propagación de los virus informáticos y de contagio con troyanos que buscan estafar al usuario.
“En 2009, entre el 50% y el 60% del “malware” para móviles que detectamos tenía como fin obtener dinero de los usuarios, pero este año el porcentaje se acerca al 100%”, afirmó.
Hasta la fecha, el software malicioso para móviles más extendido son los troyanos que envían mensajes SMS de precio elevado, sin que el usuario lo sepa, a números premium, y cuyo coste se embolsa el creador de esta falsa aplicación.
Este tipo de “malware” está a menudo escondido detrás de algún contenido que el usuario quiere instalar en su teléfono móvil y, según el experto finlandés, la mayoría procede de Rusia .
“Desde el punto de vista de los cibercriminales, -explicó-, lo malo de los SMS premium es que sólo funcionan en un país, por eso ahora están buscando una forma de internacionalizarse”.
Para cometer el delito se han desarrollado los llamados “international scam SMS”, que registran números de teléfono en algunos países, a veces incluso ficticios, a los que el móvil infectado con su troyano envía SMS a un precio que puede alcanzar los US$12.
Otra modalidad de ciberestafa que empieza a extenderse es la de las llamadas falsas: el usuario recibe una llamada de un número desconocido que se corta enseguida, y cuando la devuelve, sin saberlo, marca uno de estos números internacionales de alto coste que contestan con un mensaje automático.
Niemelä advirtió que este tipo de actividad goza de total impunidad, ya que “el usuario no sabe a quién pertenece ese número ni cuánto le va a costar la llamada. No tiene a quién reclamar y no hay nada que pueda hacer”.
En los últimos meses, su compañía también ha detectado troyanos que engañan al propietario de un teléfono móvil para que se suscriba, sin ser consciente, a un servicio que más tarde tiene que abonar.
“La víctima cree que está descargando un tono o realizando una apuesta, cuando en realidad está aceptando suscribirse a un servicio que va a tener que pagar hasta que se dé cuenta y lo cancele”, explicó.
La popularidad del iPhone de Apple en el mercado de los teléfonos inteligentes también tiene sus desventajas, ya que buena parte del “malware” que desarrollan los ciberdelincuentes utiliza su sistema operativo iOS.
La última variante descubierta de troyano para el iPhone hace saltar en la pantalla un mensaje que advierte del ataque de un supuesto “hacker” y urge al usuario a pinchar en un enlace para recuperar la seguridad del terminal.
“Lo único que pasa cuando pinchas en el enlace es que cambia la imagen del fondo… y que pierdes cinco dólares”, aseguró el experto finlandés.
Fuente: EFE