Estados unidos enfrenta una gran amenaza en el futuro de las tecnologías cibernéticas que requerirán de coordinación civil-militar para proteger a las redes contra los ataques, ha asegurado el secretario de Defensa, Robert Gates. “Creo que hay una enorme amenaza futura. Y hay una considerable amenaza actual”, ha afirmado rotundamente Gates al Wall Street Journal CEO Council.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos estima que más de 100 organizaciones de inteligencia extranjera han intentado irrumpir en las redes estadounidenses. Todos los años, los hackers también roban una gran cantidad de datos de agencias del Gobierno de Estados Unidos, negocios y universidades, tantos como para llenar muchas veces la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, según funcionarios.
Los mayores proveedores del Pentágono -incluyendo a Lockheed Martin Corp, Boeing Co y Northrop Grumman Corp- están invirtiendo en el creciente mercado de la cibertecnología, estimado en hasta 140.000 millones de dólares por año en todo el mundo.
Gates ha dicho que el Ejército de Estados Unidos había hecho considerables avances en la protección de sus propios sitios y trabajaba con sus socios del sector privado en ello. Pero permitir que los conocimientos del Pentágono sean aplicados para proteger la infraestructura doméstica puede ser difícil por razones legales, incluyendo el temor a la violación de las libertades civiles.
El brazo súper secreto
“La clave de la única defensa que tiene Estados Unidos contra naciones-estado y otras potenciales amenazas del mundo cibernético es la Agencia de Seguridad Nacional”, ha indicado Gates, refiriéndose al brazo súper secreto del Departamento de Defensa que protege la información de seguridad nacional y las redes, e intercepta comunicaciones extranjeras.
“Uno no puede duplicar la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) para asuntos domésticos. No hay suficiente dinero. No hay suficiente tiempo. Y no hay suficiente talento humano”, ha agregado