Varias de las grandes compañías tecnológicas de Estados Unidos está en conversaciones con las autoridades de su país para evitar que lleve a los tribunales una investigación sobre si han pactado una limitación salarial para no robarse empleados, con mejores ofertas retributivas. Google, Apple, Intel, Adobe o Disney, según The Wall Street Journal, participarían en estas conversaciones. Si las negociaciones fracasan, la apertura de un juicio antimonopolio afectaría asimismo a otros sectores de la economía norteamericana. Las autoridades deberían probar en el juicio no únicamente que este tipo de pactos existen sino que ello provoca serios perjuicios a los trabajadores. Las compañías tampoco desean llegar a los tribunales porque una victoria de las autoridades abriría un ola de demandas laborales. El pacto permitiría frenar esta práctica sin necesidad de que las empresas tengan que admitir ningún tipo de violación de las leyes.
Las compañías argumentan que este tipo de pactos para evitar la caza de talentos en firmas competidoras ayudan a confiar en los empleados y hacerlos participar en proyectos de innovación que deben pertenecer en secreto y frenaría experiencias de colaboración entre empresas innovadoras. El miedo a “exponer” un empleado ante otra compañía que puede ficharlo impediría este tipo de colaboraciones. Un sector de la administración, por el contrario, defiende que este tipo de acuerdos limita la competencia por el talento y perjudica a los empleados que pierden el incentivo de poder encontrar mejores sueldos en otras compañías. En la filosofía del mercado libre no puede impedirse que un trabajador busque mejores recompensas por su trabajo en otras compañías. Lo contrario, deprimiría el mercado del talento, argumentan.