Este mes se llegará a la cifra de cinco mil millones de máquinas conectadas a Internet, según IMS Research que rastrea los equipos conectados a la Red. El crecimiento no se debe ya a los ordenadores sino a la telefonía móvil y a nuevos dispositivos de consumo electrónico. Pero, según IMS, el crecimiento también debe explicarse por un fenómeno invisible: el incremento de máquinas conectadas a otras máquinas en redes inteligentes que gestionan, por ejemplo, el suministro eléctrico, el tráfico, etcétera.
Esta previsión se añade a otras realizadas recientemente sobre el crecimiento de Internet. Cisco, por ejemplo, sitúa en 2014 el que más de 5.000 millones de dispositivos personales estén conectados a Internet, sin contar con los miles de millones más de conexiones entre máquinas. El vídeo desde móviles supondría, según los cálculos de Cisco, el 66% del tráfico.
En la actualidad, más de mil millones de ordenadores están conectados regularmente a Internet, pero el mayor crecimiento se detecta en los dispositivos móviles (tabletas, libros digitales…). En 10 años, se calcula que habrá seis mil millones de teléfonos móviles, la mayoría con conexión a Internet. Otro factor de crecimiento vendrá dado por la televisión conectada a la Red y por el hecho de que los automóviles también vendrán equipados con acceso a Internet.
Este aumento de la demanda de Internet plantea periódicamente la necesidad de renovar su protocolo. Menos del 10% de las direcciones de Internet (con el protocolo iPv4) están disponibles, según Number Resource Organization (NRO). Las direcciones iPv4 podrían agotarse en 2012. Este cálculo retrasa un año otros vaticinios anteriores que situaban el citado agotamiento de direcciones en 2011. El máximo responsable de la NRO considera que la emigración al iPv6 es vital para el pleno desarrollo de la Red. Actualmente hay dos protocolos en Internet que permiten el diálogo entre las máquinas. Una de las diferencias entre uno y otro es su capacidad de generar direcciones. El IPv4 usa direcciones de 32 bits y tiene capacidad para generar unos 4.294 millones de direcciones únicas. El salto al iPv6, cuyas direcciones tienen una longitud de 128 bits, permitiría disponer de unos 340 sextillones de direcciones. El iPv6 ya se aplica en la Red, convive con el IPv4, pero su implantación es lenta.