El senador de California, EE.UU., Joe Simitian cree que internet puede dañar la reputación de las personas con sólo algunos clic de un mouse. Miles de kilómetros al sur, en Argentina, la preocupación también existe. En ambos casos quienes se dicen angustiados por su identidad digital están dispuestos a acudir a los tribunales para que la ley los respalde y evite que su nombre sea “manchado” en internet.El proyecto de ley de California busca detener las imitaciones en línea actualizando el marco legal de 1872 bajo la idea de que “en la era de internet, pretender que se es alguien más es muy fácil”.
La propuesta, que espera la firma del gobernador Arnold Schwarzeneger, convertiría en delito “lastimar, intimidar, amenazar o defraudar” a través de internet u otros medios electrónicos.
Quienes sean castigados por el delito podrían pagar US$1.000 de multa o pasar un año en la cárcel. Además, las víctimas podrían demandar el pago de compensaciones.
“Nuestra identidad es una de las cosas más personales que poseemos y cuando alguien la usa en forma incorrecta, parece que debiera aplicarse algún tipo de disuasión”, aseguró a la BBC el senador Simitian.
Ahí existen más de 130 casos judiciales en los que los demandantes piden compensación por la manera en la que su identidad se ha visto afectada por internet.
En el caso más reciente en saltar a los titulares, un tribunal de apelaciones apoyó a Google y a Yahoo frente a la demanda de la cantante Virginia Da Cunha, quien decía que ambas empresas eran responsables de difamación por incluir sitios pornográficos en los resultados que desplegaban, cuando alguien buscaba su nombre.
La decisión judicial revirtió una sentencia previa que daba la razón a Da Cunha y obligaba a los buscadores a pagar más de US$25.000 por daños y perjuicios, además de eliminar de sus resultados los sitios pornográficos.
Además de la cantante, otros personajes públicos como el ex futbolista Diego Armando Maradona o la modelo Yessica Toscanini, entre otros, también han presentado demandas similares.
Algunas personas en EE.UU. expresan preocupación por los intentos legales de controlar las identidades en línea.
“En los últimos años hemos visto una nueva forma de activismo político que ha surgido en línea y que involucra la imitación creíble de funcionarios públicos y ejecutivos corporativos con el fin de hacer sátira política”, aseguró Corynne McSherry, abogada de la Fundación de Fronteras Electrónicas (EFF, por sus siglas en inglés).
“Es importante que para que esto funcione la persona imite en forma creíble al funcionario o ejecutivo y me preocupa que un juez mire esta ley y piense que también puede aplicarse a este tipo de discurso. Para mí gusto la propuesta de ley no incluye suficiente protección para la sátira o parodia”, enfatizó McSherry.
En el caso de Argentina, tras obtener el triunfo en su apelación Google manifestó su beneplácito.
“La decisión de la Cámara aclara el rol y las responsabilidades de los intermediarios de Internet frente a los contenidos generados por los usuarios. Creemos que la adopción de criterios de limitación de responsabilidad aceptados internacionalmente es un gran avance en pos de la seguridad jurídica, necesaria para que la industria de Internet siga creciendo con el dinamismo de estos últimos años”, dijo María Baudino, gerente de Asuntos Jurídicos de Google América Latina.
En ambos casos parece que se trata de uno de los primeros capítulos de la batalla por el control de la identidad en internet.