Para aprovechar una nueva aplicación del iPhone 4 que permite realizar videoconferencias privadas, la industria pornográfica busca diferentes modelos y clientes que estén dispuestos a usar este nuevo método. Desde hace unos días se han transmitido varios anuncios clasificados del cibersitio Craigslist en cinco ciudades estadunidenses, donde las empresas del ramo buscan modelos específicamente para que trabajen en videoconferencias sexuales mediante la función FaceTime. Muchos de los anuncios ofrecen incluso regalar un iPhone 4 a los nuevos empleados.
Hasta ahora, la mayoría de los servicios de videoconferencia sexual en línea permiten que el cliente vea al ejecutante, pero no al revés. FaceTime podría cambiar eso.
“Estamos viendo cada vez más que los clientes quieren ser vistos tanto como quieren ver”, dijo Dan Hogue, dueño de una compañía de contenidos sexuales llamada CamWorld, que planea aprovechar la aplicación FaceTime.
Con más de 3 millones de iPhone 4 ya vendidos, la industria del porno está más que dispuesta para hacer mucho dinero con esta nueva forma de alcanzar y “tocar” a alguien, aunque coloquen en una situación incómoda a Apple, una empresa que siempre ha tenido cuidado de hacer que los programas, y sus productos de iTunes Store para sus aparatos sean absolutamente limpios.
Pero ese es precisamente el efecto que tiene el ingreso de la pornografía a FaceTime. Los competidores de Apple tienen productos que permiten videochat también, por ejemplo el smartphone Evo 4G, de la empresa HTC.
Apple rechazó algunos libros electrónicos por su contenido sexual y sátiras políticas, ya que pueden ser potencialmente ofensivos. Aunque algunos de los títulos rechazados fueron aprobados después de ser sometidos a revisión, de esa forma, Apple ha logrado mantener sus productos sin contenidos pornográficos.
Sin embargo, FaceTime no es un programa que haya sido desarrollado por terceros. Es una característica física principal del nuevo teléfono multiuso de Apple.
Los expertos en internet dicen que los clientes se darán cuenta que Apple no podrá controlar lo que sucede en una videoconferencia privada, así que tampoco la podrán acusar de inmoral.