Alemania, Holanda, Dinamarca y Austria son los países en los que resulta más rentable conectarse a la red con una velocidad media. En Hungría y Polonia, sucede lo contrario; sus habitantes pagan 52 euros para tener una conexión de entre 2 y 10 megas. El informe 2009 publicado por la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) muestra con números que las quejas de los internautas españoles tienen sentido. Las tarifas son ligeramente superiores a la media en el mismo rango de velocidad.
Uno de los factores que encarece el precio final en España es la necesidad de pagar un fijo mensual por la contratación de línea de telefóno, lo que encarece entre 13 y 14 euros el servicio. Sólo Francia y Bélgica cobran más por tener contratada una línea.
La modalidad más contratada a finales de 2009 era la comprendida entre los 2 y los diez megas. Precisamente esta es la más contratada en España y suponía un 10,8% que la media del resto de Europa. Eso sí, el coste de las tarifas de baja velocidad en España es un 7,7% inferior a lo que se ofrece en Europa.