La principal autoridad europea en materia de Internet atacó este jueves a Microsoft, al advertir que un Gobierno puede quedar atrapado durante décadas en los programas de una empresa al usarlos como patrón para sus sistemas tecnológicos. La comisionada de Internet de la Unión Europea, Neelie Kroes, en su puesto anterior como jefa antimonopolios, impuso a Microsoft cientos de millones de euros (dólares) en multas debido a la negativa de la compañía a divulgar cierta información a sus rivales y por atar a los consumidores a su navegador Internet Explorer a Windows, su sistema operativo.
Ahora, Kroes dice que quiere elaborar normas detalladas para alentar a los gobiernos europeos a que usen otros programas, sobre todo, los basados en fuentes abiertas que circulan libremente entre sus creadores.
“Muchas autoridades se encuentran atrapadas de manera involuntaria y durante décadas en tecnología bajo derechos de propiedad y después de un tiempo esa opción original queda tan arraigada que nadie presta atención a las alternativas”, dijo la funcionaria.
“Es un derroche del dinero público, un lujo que la mayoría de los organismos públicos no se pueden dar”, dijo en una conferencia organizada por Foro Abierto Europa, un grupo de compañías que promueven los programas basados en código abierto, es decir, modificables por el usuario especializado.
En ocasiones, pero no siempre, los programas finales de fuente abierta son entregados a los usuarios para su uso irrestricto. Por ejemplo, IBM y Oracle cobran a sus clientes por algunos de sus programas basados en códigos de fuente abierta.
Kroes intenta influenciar las pautas aplicadas por los gobiernos, que pueden exigir a todos los proveedores del estado que usen determinado tipo de tecnología. El efecto de esto puede ser enorme, al favorecer los programas de una empresa sobre los otros.
Es el caso de los departamentos de Hacienda que requieren el uso de un determinado navegador para presentar las declaraciones de impuestos a través de Internet.