Tras una serie de pruebas, Microsoft ha rechazado que su nuevo sistema operativo Windows 7 cause problemas a la batería de los ordenadores portátiles. La empresa había recibido quejas de clientes que aseguraban que tras instalar W7 la duración de la batería llegaba a reducirse de dos horas a 30 minutos.
Según el blog del presidente de la división Windows 7 de la compañía, el problema no lo causa el sistema operativo.
La causa de que el cliente reciba un aviso sobre la poca duración de la batería está, precisamente, en que W7 detecta su estado. Cuando W7 indaga el estado de la batería, una nueva funcionalidad el sistema operativo, y la encuentra por debajo del 40% de su capacidad original, el sistema envía un mensaje de alerta.
Según Microsoft, ni Windows XP ni Vista integraban esta función lo que supone que el propietario del ordenador, al instalar W7, conoce exactamente si la batería se ha degradado. Esta situación se puede dar también en ordenadores de nueva adquisición porque el almacenaje de los mismos en la tienda puede haberla perjudicado.
Fuente: elpais