Nokia despedirá 1,800 empleados. Los datos son buenos, pero hay que mejorarlos y para ello hay que despedir. En eso se resume la presentación de los datos económicos trimestrales de Nokia, donde Stephen Elop se ha estrenado públicamente como máximo directivo del primer fabricante mundial de móviles.
Los ingresos crecieron un 5% hasta alcanzar los 10,270 millones de euros, pero los beneficios se quedaron en 423 millones cuando en el mismo trimestre del año llegaron a 426. Las ganancias por acción han caído del 0,18 de hace un año al 0,14, aún así mejores de los que habían previsto los analistas financieros, quizás por ello el valor de la acción subió en la bolsa un 8% o quizás por el anuncio de los despidos.
La venta de móviles Nokia sigue creciendo: 110 millones de aparatos, un 2% más, pero lo más sorprendente fueron los datos de la división de smartphones -donde se ha descabezado a sus responsables- con un crecimiento del 61% respecto al año anterior y unas ventas en números absolutos de 26,5 millones de unidades, casi el doble de los 14 millones de iPhone que vendió Apple en el mismo tiempo. Estos números llegan cuando dentro de unas semanas se va a lanzar el N8, la gran apuesta de Nokia para frenar los smartphones de alta gama, como el iPhone de Apple o los Android de Samsung y LG.