Todo apuntaba a que ya no iban a poderse construir chips mucho más pequeños. Pero el ingeniero y matemático Thomas Kailath (Pune, India, 1935) dio con la fórmula matemática para hacerlo e impulsó así la transformación de las tecnologías de la información y la comunicación presentes en todos los ámbitos de la vida cotidiana.
La revolución del wi-fi y del teléfono móvil ha sido posible gracias a la continua reducción del tamaño de los circuitos integrados, los microprocesadores.
La Fundación BBVA reconoce ahora el trabajo del catedrático de Ingeniería de Stanford con el Premio Fronteras del Conocimiento de Tecnologías de la Información y la Comunicación, dotado con 400.000 euros. “Fui capaz de ver […] las oportunidades en nuevos campos porque aprendí a usar a mis estudiantes como amplificadores de la inteligencia”. Este premio, dijo, es un tributo a ellos.
Fuente: elpais