Nuestro país ha dejado de percibir millones de dólares debido a que no hemos manejado adecuadamente las asignaciones de frecuencias del llamado espectro radioeléctrico o electromagnético, que es la forma en la que se distribuyen o dividen los rangos, grupos o segmentos de ondas (frecuencias) en los que operan todos los servicios inalámbricos como la radio, la televisión, la red celular, los enlaces de radio, etc. que aunque no lo veamos, utilizan como medio de trasmisión una frecuencia que es propiedad del Estado Dominicano y que por medio a concepciones periódicas se asignan o adjudican a una empresa para su explotación, lo cual tiene un valor económico sumamente elevado, sobre todo en los rangos correspondientes a las frecuencias que utilizan las empresas para ofrecer comunicación móvil o celular.
Como se evidencio hace unos meses en México, donde la subasta de espectro móvil supero los 42 millones de dólares para las licitaciones de las bandas de 1.9Gh y 1.7Gh.
Desde las primeras subastas de espectro en Nueva Zelandia y Australia en los años 80, se ha demostrado que son una alternativa altamente útil y beneficiosa para el Estado adjudicar rangos de frecuencia, pues generan precios del espectro determinados por el mercado y compensan como es debido a los contribuyentes y usuarios por la utilización de los recursos del espectro que como hemos indicado son propiedad de todos los dominicanos. Por lo que se hace urgente que nuestro organismo regulador del mercado de las telecomunicaciones asuma su rol garantizando la adecuada asignación y organización del espectro, donde también hay ya muchos problemas y quejas de algunos operadores por la forma en la que el mismo está distribuido. Pues lamentablemente las instituciones de nuestro país se dedican a reclamar, denunciar y comentar, olvidando que su responsabilidad es actuar y emprender acciones que generen el cambio. Por lo que planteamos la pregunta: ¿Cuándo subastaremos el espectro?