Ha quedado demostrado que mandar mensajes o ‘textear’ y conducir puede ser una combinación mortal. Pero el nuevo hallazgo es que el excesivo uso de redes sociales podría ser sinónimo de una vida más riesgosa en los adolescentes, según una investigación presentada por el American Public Health Association.
De acuerdo a la investigación, los adolescentes que acostumbran mandar mensajes 120 veces al día o más son más propensos a tener comportamientos poco saludables -como haber tenido relaciones sexuales con varios compañeros, fumar o consumidor alcohol y drogas- a comparación de aquellos jóvenes que no ‘textean’ tanto.
El estudio encuestó a una muestra representativa de 4,257 estudiantes de secundaria de la región central de Estados Unidos y encontró que 19.8% podrían catalogarse como ‘hipertexteadores’, donde hubo una mayoría de mujeres, jovenes de nivel socioeconómico bajo, minorías y adolescentes que no vivían con su padre.
La encuesta mostró que los “hipertexteadores” son un 40% más propensos a haber probado cigarrillos, dos veces más propensos a beber alcohol y un 43% más propensos a haberse emborrachado.
Por su parte, los jóvenes que pasan más de tres horas diarias dentro navegando por sus redes sociales -a lo que se le conoce como hacer ‘hyper-networking’- sumaron 11.5% de los encuestados.
Según los investigadores, los “hipernavegantes” son un 62% más propensos a haber fumado cigarrillos, un 79% más propensos a haber probado alcohol y un 69% más propensos a tener relaciones sexuales.
“Los sorprendentes resultados de este estudio sugieren que cuando los mensajes de texto o el uso de redes sociales no se controlan esto puede tener efectos peligrosos sobre la salud en los adolescentes”, dijo Scott Frank, investigador principal del estudio. “Esto debería ser una llamada de atención para los padres no sólo para ayudar a sus hijos estar a salvo al no enviar mensajes de texto cuando conducen sino también para desalentar el uso excesivo del teléfono móvil o red social en general.”
Los autores del estudio aclararon que no están insinuando que “hipertextar” conduzca a un adolescente al sexo, las bebidas alcohólicas o las drogas, pero dicen que es sorprendente ver que existe un vínculo entre el exceso de los mensajes electrónicos y ese tipo de conductas riesgosas.