La red social Twitter sirve para algo más que para simplemente ‘tuitear’. Usando millones de mensajes, o ‘tuits’, de la popular red social, investigadores de la Northeastern University en Boston crearon un Mapa del Estado de Animo en Twitter para medir el estado anímico de Estados Unidos. La gente está más contenta por la mañana y por la tarde-noche. La felicidad alcanza un pico el domingo por la mañana y se hunde el jueves por la noche, según este equipo. Los usuarios de Twitter parecían más tristones a media tarde, y el humor les cambiaba a mejor al anochecer.
No sorprende que la gente esté más contenta los fines de semana, y los residentes en California, Miami y estados del sur son algunos de los más felices, según los investigadores.
Un colorido video en la web http://www.ccs.neu.edu/home/amislove/twittermood/ muestra los estados anímicos a lo largo del día desde la costa este de Estados Unidos a la costa oeste y de nuevo al revés.
Los investigadores son los primeros en admitir que los hallazgos no son tremendamente científicos -los usuarios de Twitter tienden a ser aficionados a la tecnología, viven en ciudades grandes y suponen una fracción de la población total- pero según los resultados, tienen potencial como una herramienta para proporcionar análisis en tiempo real.
“Aunque los tuits individuales son inútiles para cualquiera más allá de sus seguidores, al unirlos hay un montón de información importante que puede ser un instrumento para ver cómo se siente la gente sobre cosas, ya sea una reacción pública al discurso de un político o las actitudes del consumidor ante una marca”, dijo Sume Lehmann, uno de los investigadores.
Lehmann y otros utilizaron un sistema psicológico de clasificación de palabras para analizar términos claves en unos 300 millones de mensajes de Twitter como felices o tristes. Después crearon mapas a partir de la ubicación de los mensajes y los estados anímicos generales que evocaban.
El mapa podría ser útil no sólo para recabar la opinión pública, sino para movilizar rápidamente a los usuarios, como en una campaña para donaciones de emergencias humanitarias.
“El potencial que hay es tremendo, tanto a nivel individual como de sociedad”, dijo Johan Bollen, científico informático en la Universidad de Indiana, que no participó en el proyecto. “Es absolutamente crucial tener indicadores en tiempo real sobre cómo se siente la opinión pública, no en meses, sino en cuestión de horas y días”, añadió.