El peligro que representan los teléfonos celulares al momento de conducir no es una novedad, sin embargo, el uso de estos aparatos se multiplica detrás de un volante, con el agravante de la proliferación de los famosos Blackberry (BB), aumentando hasta nueve veces el riesgo de un accidente de tránsito.
A diario se observa en las vías, ya sea en los tapones, semáforos y calles, a miles de conductores con la cabezas mirando hacia abajo y chateando o hablando sin las “manos libres”, violando con esta acción la Ley de tránsito 241, que prohíbe el uso del celular manejando.
De acuerdo a la psicóloga Kirsys Guerra, la tecnología puede ser tan adictiva y perjudicial como las drogas y el alcohol. Así lo ha afirmado un informe del departamento de Psicología de la Universidad de Utah, que señala que “manejar hablando por el teléfono resulta más peligroso que conducir ebrio”.
Reza un viejo refrán que “la moda a nadie incomoda”, sin embargo, explica Guerra, el “vicio” del BB ha causado muchos accidentes, como así lo reflejan las estadísticas de la Autoridad Metropolitana del Transporte (Amet), que revelan que solo en 2009 se registraron 53,698 accidentes por el uso del móvil, mientras que en los primeros nueve meses de este año la cifra va por los 18,087 casos, a pesar de que un gran número de personas no admite que el impacto fue causado por una distracción tecnológica.
Investigaciones han dejado al descubierto el hecho de que el 75% de todos los accidentes de tránsito son precedidos por algún tipo de distracción del conductor, que lo hace obviar la luz roja, pasarse de un carril a otro, perder el control del guía o simplemente no moverse y causar retrasos a otros vehículos.
En la mayoría de los países está prohibido el uso del celular mientras se conduce. En algunos se permite siempre y cuando se utilice un dispositivo de manos libres, cosa que está prohibida en muchos países de Europa, Asia, Sudamérica y Australia.