¿Está internet alterando nuestro cerebro? Ésta es la pregunta que se hace el escritor norteamericano Nicholas Carr en un libro titulado ‘The Shallows’, en el que analiza cómo el cambio de hábitos de la sociedad digital no sólo está matando la capacidad de reflexión, contemplación y paciencia del ser humano, sino que está alterando profundamente su estructura cerebral. Científicos creen que las nuevas tecnologías han modificado nuestros circuitos neuronalesUn artículo publicado hace unos días en el rotativo británico ‘The Guardian’ ha analizado el título de 250 páginas de este autor, quien en 2008 ya había publicado en prensa un artículo titulado ‘¿Está Google haciendonos más estúpidos?’
A juzgar por el análisis realizado en su libro, su respuesta parece ser afirmativa. Para Carr, la “cacofonía de estimulos” proveniente de la Red ha hecho aumentar “la lectura insustancial, el pensamiento rápido y distraído y el aprendizaje superficial”, en contraste con la era del libro en la que las personas eran animadas a ser contemplativas e imaginativas.
Este cambio acaecido desde hace pocos años ha llevado nuestros cerebros a ‘recablear’ sus circuitos. Una tesis secundada por un trío de psiquiatras de la Universidad de Los Ángeles (UCLA) que escanearon los cerebros de nativos digitales y nuevos usuarios de Internet para comprar su actividad cerebral.
Este experimiento encabezado por el doctor Gary Small, autor del libro ‘iCerebro: sobreviviendo a la alteración tecnológica de la mente moderna’, apuntó una diferencia entre los dos grupos. En el córtex prefrontal dorsolateral del cerebro, un área encargada de gestionar la memoria de corto plazo y la toma de decisiones, los novatos apenas mostraron actividad alguna, frente a los altos niveles de actividad registrada en los usuarios online más activos.
Aunque el descubrimiento más sorprendente no llegó hasta una semana después, cuando comprobaron que, tras cinco horas de navegación en la Red, el cerebro de los ‘novatos digitales’ mostraba el mismo circuito neuronal que el de los internautas más avanzados. Este experimiento demostró la rápida maleabilidad y sensibilidad del cerebro ante los avances tecnológicos realizados por el hombre.
Volviendo al libro escrito por Nicholas Carr, ‘The Guardian’ recoge que este autor considera a la mensajería instantánea y a los mensajes de texto pricipales amenazas de la creatividad humana, mientras que apunta que la multitarea “no es una forma eficiente de hacer las cosas”, ya que se realizan “más errores” por la tendencia de hacer las cosas a mayor velocidad y sin demasiada atención. Por estas razones, el autor estadounidense recomienda combatir los efectos “malignos’ de la tecnología en el cerebro “tratando de equilibrar el tiempo offline y el online”.
La tesis de Carr sobre los efectos negativos de internet en el cerebro tiene un firme oponente en el profesor de la Universidad de Londres Andrew Burn quien, en el mismo artículo, replica que el ‘recableo’ de los circuitos neuronales “ocurre cada vez que alguien aprende algo”, por lo que es imposible determinar qué senderos neuronales son buenos y cuáles son malos”. Por ello, y de momento, la influencia de las nuevas tecnologías en la estructura del cerebro humano es algo que sólo el tiempo podrá determinar.