La oferta en el mercado y la variedad de lectores de libros electrónicos están aumentadas, a la vez que los precios van disminuyendo ligeramente. Aquellos que prueban los libros electrónicos por primera vez acaban encontrándolos atractivos por diversos motivos. De hecho, presentan una serie de características propias del formato que los convierten en interesantes para los aficionados a la lectura.
La primera de ellas es el subrayado social. Encontrar las citas y los pasajes subrayados en un libro electrónico es mucho más rápido y sencillo que en un libro impreso en papel. Pero además es una actividad que puede ser social, porque el usuario puede compartir esos textos subrayados con otras personas. En segundo lugar, con los libros electrónicos es fácil crear notas y localizarlas posteriormente. Aquellos usuarios con una caligrafía deficiente lo tienen más fácil, porque pueden teclearlas en su e-reader.
En tercer lugar, con los libros electrónicos existe la posibilidad de buscar el significado de cualquier palabra que figura en un texto rápidamente. Esta prestación resulta muy útil a la hora de leer libros técnicos o en otros idiomas, por ejemplo. Esto es posible gracias a que los e-readers más avanzados del mercado tienen capacidad para conectarse a Internet, ya sea a través de Wi-Fi o también a través de telefonía móvil de tercera generación.
Esta capacidad asimismo faculta al usuario para compartir citas de libros y comentarios con sus amigos en redes sociales como Facebook o Twitter, entre otras. En quinto lugar, la búsqueda de términos y palabras clave tanto dentro del libro electrónico como en Internet es de lo más simple. Todas estas características intensifican la experiencia de la lectura.