El ordenador central de la compañía Spanair en el que se anotaban las averías de los aviones estaba contaminado con programas informáticos maliciosos cuando se produjo, hace hoy dos años, el accidente del vuelo JK 5022. La computadora, situada en la sede de la aerolínea en Palma de Mallorca, emite una señal de alarma en el monitor cuando registra tres problemas técnicos similares en el mismo aparato. El avión que se estrelló en Barajas hace hoy dos años -murieron 154 de sus 172 ocupantes- acumulaba tres incidencias, que no fueron registradas a tiempo en el ordenador.
Un parte interno de la compañía, datado el mismo día de accidente, indica que el monitor estaba contaminado “de troyanos”. Estos programas maliciosos pueden ocasionar daños y facilitar los ataques de piratas informáticos. Precisamente, la asociación de víctimas del accidente, personada en la causa, ha pedido al juez instructor, Juan David Pérez, que pida a Spanair todas las anotaciones registradas en ese ordenador en los días anteriores y posteriores al siniestro. El magistrado acaba de dictar un auto en el que ordena a la aerolínea que le facilite tales datos.
A la citada deficiencia en el ordenador se unió, además, el hecho de que Spanair tardaba unas 24 horas en anotar en el ordenador los fallos de sus aviones, según admitieron ante el juez dos mecánicos de la aerolínea. No es esta una cuestión nimia, ya que previsiblemente el vuelo JK 5022 no habría despegado de Barajas si su parte en el ordenador hubiera estado al día. Se habría disparado la alarma, dado que la nave registró dos fallos la víspera del accidente, 19 de agosto, y una tercera el mismo día 20; fue esta última incidencia la que motivó que regresara desde la cabecera de pista, al detectar el comandante que una sonda se había calentado en exceso y sin justificación. Son los mecánicos quienes tienen obligación de comunicar a Spanair en Palma cada avería justo después de detectarla. En este caso, cuando los empleados trataron de abrir el ordenador para anotar estas tres incidencias se dieron cuenta de que el monitor estaba inservible por la invasión de troyanos. Para entonces, la nave se había estrellado.
El sumario de este accidente ocupa ya cerca de 12.000 folios. De momento hay dos técnicos de Spanair imputados. El juez sigue a la espera de que los peritos que él nombró elaboren un informe sobre las causas del siniestro. Un primer análisis de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC) reveló como causa de la catástrofe que los pilotos olvidaron activar en el despegue los flaps y los slaps, unos pequeños alerones que hay en las alas y que ayudan a la nave a elevarse. El avión dispone de una alarma que avisa al piloto si se le olvida activar esos alerones. Ese día la alarma no sonó. El juez investiga si hay relación entre el fallo de la alarma y las averías que arrastraba el avión.