Los teléfonos celulares se han convertido en pequeñas computadoras llenas de tableros electrónicos, circuitos, procesadores, conexiones y memoria. Por ello hay que tratarlos con el mismo cuidado que a cualquier aparato electrónico.
Como le ocurre a los otros dispositivos, los componentes del teléfono se van desgastando en la medida en que las baterías no se cargan correctamente, el aparato se apaga inadecuadamente, etcétera.
A ello hay que sumarle el material con el que están hechos los teléfonos. Los que están construidos con materiales más baratos tienden a dañarse rápidamente, en tanto que los que usan materiales más caros duran más aunque son más delicados.
En promedio la vida útil de un teléfono celular es de 24 meses.