La tecnología NFC permite comunicar a dos dispositivos que estén muy próximos entre sí, todavía más cerca que con Bluetooth, el alcance de funcionamiento está por debajo del rango de los 20 cm y se entienden gracias a un protocolo NFCIP-1 que puede a funcionar a diversas velocidades de hasta 424 Kbit/s. Trabaja dentro de la banda de los 13,56 Mhz lo que provoca que no esté sujeta a ninguna restricción y no hace falta ninguna licencia para utilizarla (algo importantísimo). Dentro de sus aparentes limitaciones el sistema es perfecto precisamente para eso, para establecer una comunicación entre dos dispositivos cuyo único requisito para producirse es que ambos estén cerca. Tengo algo de experiencia con NFC sobre todo gracias a Getyoo y en al menos en lo que a mí respecta he de decir que el funcionamiento es fantástico, muy fluido todo y muy rápido.
Entonces ¿cuáles son las posibles aplicaciones de la tecnología NFC? Pues son tantas que si me pusiese a enumerarlas y explicarlas con detenimiento todas este post pobablemente se extendiese a través de muchísimos párrafos. Una de las que más se ha comentado es que a partir de ahora los teléfonos podrán actuar de ‘monederos digitales’ y realizar micropagos de manera sencilla, estos días también se ha hecho famosa la noticia de que en muchos establecimientos de Starbucks de EEUU ya se puede pagar con el iPhone, imaginemos este procedimiento pero simplificado mil veces gracias a NFC, acercamos el teléfono, damos algún tipo de orden desde la app y listos, igual o más cómodo que con una tarjeta de crédito y desde luego mucho más que hacerlo en metálico.
Uno de los motivos por los que esta tecnología no se haya extendido como medio de pago electrónico probablemente sea que no es lo suficiente popular, algo que está claro que cambiaría si viniese incluida dentro del siguiente iPhone y de los siguientes teléfonos con Android o incluso con Windows Phone 7, que este sistema de pago se empezase a popularizar sería increíblemente beneficioso por varios motivos. En primer lugar sería dar un pasito más eso que casi parece ciencia ficción y donde un sólo dispositivo nos permitiría hacer de todo, desde identificarnos, pagar, hacer checkin en un determinado sitio (registros de entrada y salida en empresas), parquímetros, llaves electrónicas… las aplicaciones son, como mencionaba antes, prácticamente infinitas.
El gran beneficiado aquí por tanto vamos a ser los usuarios por un lado y la industria de los smartphones por el otro, estamos hablando de un futuro donde los teléfonos móviles van a suponer una parte indispensable en nuestra vida diaria no sólo para llamar por teléfono, su función original y que irónicamente cada vez parece estar más y más relegada en porcentaje de uso, sino para desarrollar prácticamente cualquier aspecto rutinario de nuestra vida cotidiana, pagar por un café, consultar el correo, abonar una pequeña cantidad en el parquímetro, desbloquear el seguro del coche… el único límite lo pone la imaginación.