Office es un conjunto de programas muy completos de ofimática, que se ha convertido por derecho propio en uno de los pilares básicos en los que se apoya el triunfo de Microsoft. Cuenta con herramientas muy útiles, sobre todo el procesador de textos Word y el editor de hojas de cálculo Excel, que están presentes en muchos hogares y empresas. Pero la última versión Office 2010, puede no resultar muy intuitiva debido a la presencia de la interfaz Ribbon (esa, para muchos nefasta, barra superior). Hoy te contamos cómo se pueden recuperar archivos no guardados dentro de las aplicaciones.
Para poder contar con esta opción que ofrece Office, el primero de los pasos es asegurarse de que está activada la opción de mantener archivos que no se guardan. Para ello, vamos a “archivo”, “opciones” (justo por encima de salir) y dentro de la ventana que se abre buscamos la pestaña que pone “Guardar”. Debemos comprobar que tanto la opción de “Guardar información de Autorecuperación” como la opción de “Conservar la última versión autoguardada cuando se cierra sin guardar” estén activadas.
En este paso resulta interesante poder reducir el tiempo en el que se guarda la información de autorrecuperación (los diez minutos que aparecen por defecto pueden ser demasiados si se escribe con rapidez). Ahora abrimos el menú “archivo”, “reciente” y después debajo del todo a la derecha aparece algo escondida la opción de “recuperar documentos sin guardar”. Una vez hagamos click sobre ella nos aparecerá una carpeta donde se guardan todos los archivos que se pueden recuperar durante un periodo de cuatro días.
Otra forma de llegar hasta estos documentos es abrir la carpeta: C:\Users\VCM\AppData\Local\Microsoft\Office\UnsavedFiles (hemos puesto C: porque suele ser la unidad donde se instala Windows, debemos escribir la unidad en la que se ha instalado el sistema). Esto en el caso de estar utilizando Windows 7. En el caso de Windows XP, la dirección será C:\Documents and Settings\nombre_usuario\Configuración local\Datos de programa\Microsoft\UnsavedFiles. Ya está. Una vez se abra el documento se puede optar por guardarlo o por descartarlo en caso de no ser lo que buscamos.
Se trata de una característica sencilla pero que puede pasar inadvertida para algunos usuarios.