Más de la mitad de las personas que pasan más de 8 horas diarias frente a una computadora están expuestos a sufrir un síndrome por el sobreuso, según el estudio de la Asociación Argentina de Cirugía de la Mano (AACM).
Su presidente, el traumatólogo Sergio Daroda, concluyó que “la mayoría de la gente está informada que esta patología tiene cierta incidencia laboral, pero no saben cómo controlarla y modificarla.”
El uso intensivo del mouse, dispositivo que comanda las acciones en una computadora, provoca en la mano dolores y lesiones como el síndrome del túnel carpiano, que constituye una patología laboral a corregir.
El síndrome del túnel carpiano afecta a trabajadores y estudiantes por el “sobreuso” de la mano que, en posición forzada durante un tiempo prolongado, termina inflamando los tendones que pasan por el túnel carpiano y consecuentemente generan presión sobre el nervio mediano, que pasa por el mismo lugar.
Para llegar al síndrome por sobrecarga o uso repetido inciden las posiciones de la mano sobre el mouse y el tamaño del dispositivo, ya que “los más grandes permiten una posición más cómoda de la muñeca y los muy pequeños que suelen tener las notebooks son contraproducentes”, advirtió ”, advirtió el especialista en traumatología y ortopedia.
El médico recomendó “modificar las situaciones laborales de modo de no estar demasiado tiempo seguido pulsando el ratón, y usar más las teclas del teclado”.
El primer síntoma que aparece es el dolor en la región del antebrazo y la mano; luego puede haber adormecimiento de los dedos seguido de pérdida de la sensibilidad, dificultad para distinguir el frío del calor y, en casos más comprometidos, pérdida de la fuerza de algunos músculos palmares.
Respecto a la recuperación de la mano, Daroda dijo que se requieren dos semanas de reposo total de la mano en la función, en tanto la normalización total de la actividad llega en más de dos meses, tras el uso de férulas a modo de muñequeras con flejes de aluminio.
“Si no se baja el nivel de actividad, no se puede eliminar la patología, y aunque el ámbito laboral es reticente a la inactividad, tiene que aceptar un certificado porque es una enfermedad profesional”, indicó.
El médico enfatizó la importancia de acudir a la consulta de un especialista en mano, ya que un traumatólogo general podría subestimar el diagnóstico como una tendinitis general de la muñeca y tratar de resolverla con un antiinflamatorio.
Daroda contó que la atención implica un “plan higiénico general que incluye cambiar hábitos y hacer trabajo aeróbico para lograr resistencia general muscular”, así como apoyar la totalidad del antebrazo para reducir la presión sobre la mano.