Internet ofrece un universo de información útil pero es común que el material que deseamos consultar venga en un idioma que no manejamos. Gran parte de la web es en inglés y para quienes no manejan esa lengua ese contenido resulta inaccesible. En otros casos, lo que uno simplemente necesita, por ejemplo, es traducir de un idioma a otro cierto texto para comprenderlo o distribuirlo mejor, pero carecemos del conocimiento necesario o de un diccionario bilingüe a la mano. Una solución fácil, aunque no exenta de fallas, son los traductores en línea.
1- Define el tipo de traducción
¿Quieres traducir un texto de un idioma a otro para enviarlo por email o utilizarlo en un documento? ¿Quieres saber cómo se pronuncia una frase o palabra? ¿O quieres saber qué dice esa página web interesante pero cuyo contenido está en un idioma que no manejas? La respuesta a esa pregunta definirá el tipo de traductor en línea que te conviene. Existen muchas opciones gratuitas y sencillas de usar. Para empezar, visita es.wikipedia.org/wiki/traduccion para leer sobre el concepto y el fenómeno de la traducción entre idiomas.
2- Traduce un texto
Si quieres traducir un texto simple visita Google Translator (translate.google.com). Basta con escribir el texto a traducir en la caja de la izquierda, y la traducción se desplegará en la caja de la derecha. El sistema detecta automáticamente el idioma de entrada, pero tú puedes indicarlo, al igual que el idioma de salida, con los menús respectivos. Copia y pega la traducción para usarla en documentos o emails. Considera que aunque el resultado suele ser aceptable, no está libre de errores. Bing ofrece un servicio similar (www.microsofttranslator.com).
3- Traduce una página web
Si quieres traducir una página web, utiliza Yahoo! Babel Fish (babelfish.yahoo.com). En el espacio ‘Translate a web page’ coloca la dirección de la página a traducir e indica el idioma de entrada y el de salida en el menú ‘Select from and to languages’. Obviamente, debes saber en qué idioma está escrita la página a traducir, pues si indicas un idioma de entrada incorrecto el resultado será ilegible. Pulsa ‘Translate’. Recuerda que la traducción resultante, aunque útil, no estará libre de fallas. Un servicio similar se ofrece en www.google.com/language_tools.
4- Aprende a pronunciar
Quizá traducir no sea suficiente y te viene bien saber cómo se pronuncia la frase en el idioma al que fue traducido. Visita el sitio webtranslation.paralink.com e introduce la frase a traducir en el espacio superior. Indica los idiomas de entrada y salida y pulsa ‘Translate’. Además de la traducción, se desplegará junto a cada una de las frases un icono en forma de altavoz. Si lo pulsas el sistema ‘hablará’ la frase en cuestión, y podrás escuchar cómo se pronuncia. Ojo, el acento de esas voces puede resultar curioso. Google Translator ofrece un servicio similar.
5- Usa traductores profesionales
SI lo que requieres es una traducción de alta calidad y precisión, los servicios gratuitos no son lo más adecuado. Lo que te conviene en estos casos es un servicio profesional de traducción. En internet existen numerosos servicios de traducción profesional, pero ellos tienen un costo que varía según los idiomas involucrados, el plazo de entrega y la extensión del texto a traducir. La ventaja es que puedes enviar y recibir los materiales en línea, y pagar también de forma electrónica. Dos opciones son Worldlingo (www.worldlingo.com) y Translia (www.translia.com).