Los teléfonos móviles están sujetos a un control muy exhaustivo en todos los eslabones de la cadena. Desde la naturaleza de los sistemas operativos móviles, tradicionalmente muy cerrados de cara a la instalación de aplicaciones y con un férreo control sobre el hardware, hasta los sistemas de seguridad instalados en las redes móviles, que complican aspectos como las intrusiones no deseadas por parte de hackers o ciberdelincuentes.
De todos modos, y dado que van asumiendo más funciones (gestión del correo electrónico, agenda de contactos, interacción con redes sociales, etc.), las consecuencias en caso de pérdida, avería o robo pueden suponer desde comprometer la privacidad y confidencialidad de los datos acumulados hasta perder una parte de la memoria vital. En estas líneas anotamos varios consejos para evitar lo peor o los pasos aconsejables en caso de que ya haya ocurrido.
El pasado verano saltaron las alarmas cuando un software malintencionado empezó a dar disgustos a los usuarios de Android. Bautizado desde el Kaspersky Lab como Trojan-SMS.AndroidOS.FakePlayer.a, se dedicaba a enviar SMS a números Premium sin el consentimiento del usuario. Aunque este último punto solo es medio verdad. Android, así como BlackBerry, por poner dos ejemplos conocidos, en el momento de instalar una aplicación dejan elegir el nivel de acceso al hardware y los servicios que tendrá dicho programa, permitiendo cambiar esos parámetros en cualquier momento.
Android, además, tiene un menú específico para facilitar que se instalen aplicaciones «no oficiales», como las de la tienda Market. Si se marca esta casilla, se abre la puerta a programas que no están realmente «verificados» como seguros por Google. En el caso del supuesto virus, los usuarios solo estaban expuestos si habían optado por marcar esta casilla y, además, no verificaron el nivel de acceso a los recursos del terminal, donde podrían denegar el acceso a los SMS.
Otros sistemas operativos, como iOS4 de Apple, no permiten el acceso al hardware, mientras que BlackBerry tiene una política bastante férrea para el desarrollo de aplicaciones que minimiza estos riesgos.
Un detalle fundamental que no debes descuidar es el de la copia de seguridad de tus datos y contenidos. En terminales como Android o los recientes Windows Phone 7, la mayor parte del trabajo se realiza en la Nube directamente, por lo que, en su mayor parte, los contenidos del terminal son redundantes. Si hubiera contenidos locales, como fotos o documentos, sí será necesario tenerlos controlados.
BlackBerry también tienen un componente de trabajo en la Nube importante. El software BlackBerry Protect extiende esta funcionalidad a los usuarios residenciales, que pueden hacer copias de seguridad de sus contactos, mensajes, notas, calendarios, tareas o favoritos de Internet. El correo, en principio, se gestiona de forma remota.
Apple, con MobileMe, dispone de espacio de almacenamiento para guardar contenidos, pero no dispone de un área específica para copias de seguridad del iPhone. Esa parte corresponde a iTunes. Windows Phone 7 tiene en SkyDrive su mayor baza para crear copias de seguridad de contenidos, mientras que Nokia tiene en sus aplicaciones de sincronización buenas herramientas para la creación de copias de seguridad.
Tarjetas MicroSD y USB Host
Un recurso de almacenamiento de gran valor son las tarjetas MicroSD. Si se configura el dispositivo para que almacene en ellas las fotos y los documentos, será sencillo realizar un volcado de sus contenidos en el ordenador de casa o la oficina para mantenerlos siempre a buen recaudo y organizados.
En otro orden de cosas, terminales recientes, como el Nokia N8, integran una interesante conexión USB Host que facilita la transferencia de archivos entre el terminal y dispositivos de almacenamiento externos, incluyendo discos duros.
El móvil es una extensión más de nuestra vida social y personal. Dejar expuesto uno a las miradas de otros es casi como permitir que se graben las conversaciones confidenciales entre dos amigos. No se trata necesariamente de que te lo roben, que para esa situación hay soluciones específicas, sino del día a día en entornos públicos rodeados de gente desconocida. Precisamente, para ello los terminales suelen tener opciones que evitan el acceso no deseado por parte de terceros a nuestros contenidos.
Esta opción hace que cada vez que se enciende el teléfono se pida el PIN de desbloqueo de la SIM. Es especialmente útil para ocasiones en las que se deja el teléfono olvidado en la oficina o la casa de otros. Cuando se acabe la batería, nadie podría encenderlo y acceder al móvil sin conocer el PIN. También es útil en caso de robo del terminal.
Pon una contraseña
Existe una opción para que pida una cada vez que el teléfono salga de un estado de reposo o bloqueo de pantalla. Es una opción un tanto «molesta», pues hace que se tenga que teclear cada vez que se echa mano del terminal, pero siempre se puede activar o desactivar dependiendo del lugar donde se esté y con quién.
El patrón de desbloqueo
Otra posibilidad menos engorrosa y que algunos terminales, como los Android, ya incorporan, es usar un patrón de desbloqueo en el que, en vez de utilizar una contraseña alfanumérica, se define un movimiento determinado único para cada usuario sobre la pantalla táctil. En Android se trata de unir varios puntos siguiendo un orden.
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Ante robos o extravíos
El famoso «iPhonegate» dejó patente el riesgo que se corre cuando se lleva encima un dispositivo de valor, tanto por el hardware en sí como por la información y los contenidos que se tengan almacenados en él. Para usos particulares, el valor de los datos y contenidos es relativo, pero, en casos de uso profesional, las pérdidas pueden ser cuantiosas o irreemplazables. Para este tipo de situaciones, existen diferentes servicios y aplicaciones que permiten controlar remotamente el terminal o incluso geoposicionarlo.
Desde que existe RIM, uno de los argumentos más atractivos a nivel empresarial de cara a los clientes era la posibilidad de controlar remotamente el dispositivo mediante BlackBerry Enterprise Server. BES se instala en las grandes empresas y facilita tareas como la confidencialidad o el acceso a los contenidos corporativos de citas, correos, calendarios o documentos. Ante cualquier problema, desde la oficina se puede bloquear, reniciar o borrar el contenido del teléfono de un modo incontestable. Ahora, RIM ofrece BlackBerry Protect para los usuarios residenciales, de modo que pueden controlar sus terminales para borrarlos, bloquearlos o enviar mensajes para que quien quiera que lo haya encontrado o sustraído tenga que leerlos. Además, también cuentan con una aplicación en fase beta para geolocalizar el terminal remotamente.
A pesar de que MobileMe es un servicio de pago, con una cuota anual de 79 euros, es la manera que tienen los usuarios de Apple de asegurar la gestión remota del terminal. Solo hay que registrar el dispositivo que se quiera monitorizar para localizarlo y gestionarlo desde la interfaz web o incluso desde la propia aplicación diseñada para iPhone o iPod Touch. Será posible bloquearlo, borrarlo e incluso mandar mensajes de aviso o intimidatorios.
Entre otros servicios, Windows Phone 7 permite borrar y bloquear el terminal remotamente mediante una aplicación integrada. Por su parte, Nokia dispone de un servicio de bloqueo remoto del PIN mediante el envío de un mensaje al terminal con un código definido por el usuario. Palm también tiene esta opción en su repertorio de aplicaciones.
Con Froyo, la versión 2.2 de Android, se ha habilitado la posibilidad de borrar el terminal remotamente, aunque solo bajo ciertas premisas y usando aplicaciones que habiliten esta funcionalidad. Estas premisas incluyen introducir un PIN incorrecto un número determinado de veces, la recepción de un mensaje con un código predefinido, o el cambio de la SIM.
Los desarrolladores de antivirus están también interesados en el mercado de la movilidad, con soluciones que estén en la línea de las descritas en estas páginas. Eset, sin ir más lejos, comercializa Eset Mobile Security (24,95 euros), que apuesta por la gestión de la seguridad en aspectos como la administración del tráfico de red, las copias de seguridad y el control remoto del dispositivo.
De momento solo está disponible para Windows Mobile y Symbian. Los mismos sistemas operativos que cubre Kaspersky Mobile Security 9 (29,95 euros), un paquete destinado a proteger la privacidad, localizar teléfonos perdidos, asegurar los datos frente a los curiosos, etc.