Hay que tener en cuenta la cantidad de información que se envía y se recibe a través de este tipo de redes públicas, entre la que se encuentran datos personales como contraseñas, nombres de usuarios o información financiera. La mayoría de las veces estos datos no están cifrados, lo que significa que cualquiera puede interceptarlos con fines maliciosos, tal y como afirma Dmitry Bestuzhev, experto de Kaspersky Lab.
“La mejor opción es usar una conexión VPN (Red Privada Virtual), aunque muchos administradores de servicios públicos de conexión a Internet bloquean este acceso para asegurarse de que su red no se utilizará con fines malintencionados. De este modo, al podernos conectar únicamente a la red Wi-Fi de esos puntos calientes, se permite a los ciberdelincuentes lanzar ataques “man-in-the-middle” o intermediarios, en los que el hacker adquiere la capacidad de leer, insertar y modificar a voluntad los mensajes entre dos partes sin que ninguna de ellas conozca que el enlace entre ellos ha sido violado”.
Consejos de Kaspersky Lab:
– En algunos casos, una conexión SSL o Protocolo de Capa de Conexión Segura (https) puede ayudar. Es necesario escribir en la barra de dirección https: / / seguido del nombre de dominio antes de visitar cualquier página web. Cuando la página se carga, debemos comprobar que el certificado utilizado para el cifrado es válido y nos remite a la página web auténtica.
– Otra solución es usar una conexión Ethernet por cable en lugar de una conexión Wi-Fi. Muchos salones disponen de este tipo de conexión, que es mucho más segura.
– Si se conecta desde un lugar público, es mejor no utilizar los servicios de banca electrónica o pago electrónico ya que esos datos son el principal objetivo para los delincuentes.