Las autoridades policiales de Shangai, en el este de China, aseguraron que han acabado con una banda que falsificó y vendió más de 200 teléfonos móviles idénticos a los iPhone de la marca Apple, y hasta ahora han detenido a cinco sospechosos de implicación en el caso, informó hoy la prensa local.
Según la policía, la banda estaba bien organizada y sus miembros tenían responsabilidadesespecíficas en la obtención de componentes, el ensamblaje de los teléfonos y su venta.
Tras hablar con ingenieros de la compañía Apple, las autoridades policiales confirmaron que era “de verdad muy difícil que los clientes pudieran distinguir las falsificaciones de los auténticos“, recoge hoy el diario “Shanghai Daily”.
El taller de producción de la banda fue descubierto en julio pasado en un complejo residencial del céntrico distrito de Zhabei, cerca del mayor mercado de teléfonos móviles de la ciudad, que ocupa todo un edificio de ocho plantas en los alrededores de la principal estación ferroviaria de Shangai.
La policía local confiscó allí otras más de 200 falsificaciones de teléfonos iPhone, así como más de 5 mil componentes, comprados en la provincia de Cantón (sureste del país), y que servían para producir aparatos que se vendían en tiendas no autorizadas por Apple y a través de Internet.
Algunos de los componentes eran auténticos e importados, por lo que el coste de producción de cada teléfono era relativamente alto (unos 2 mil yuanes, 275 dólares), pero eran vendidos por el doble, es decir, cientos de yuanes más baratos que los originales de Apple en China.
El jefe de la banda, apellidado Dong, contrataba a adolescentes para que ensamblaran los teléfonos en apartamentos alquilados, donde hacían aparatos equipados con las mismas funciones que los móviles reales, aunque la energía de sus baterías duraba mucho menos.