La apertura sorpresa por parte de Amazon de su servicio de almacenamiento digital en la nube de Internet ha provocado las primeras reacciones de la industria discográfica. Y son amenazadoras. La portavoz de Sony Music ha comentado a Reuters que estaban disgustados con la iniciativa de abrir el servicio sin “nuevas licencias para la música en streaming (sin descarga)”. La portavoz espera que Amazon consiga un nuevo acuerdo de licencias, pero advierte que estudian todas las opciones legales que tienen abiertas.
Las primeras noticias que tuvieron las discográficas del proyecto de Amazon las recibieron una semana antes. Otro miembro de la industria discográfica de EE UU que no se identifica ha comentado a Reuters que consideran “ilegal” la oferta de Amazon y que nunca habían visto que una empresa de su envergadura creara un servicio, lo abriera al público y, simultáneamente, iniciara contactos para conseguir las licencias para ello. Sin embargo, en The New York Times, el responsable de música de Amazon rechaza que necesiten el permiso de las discográficas para abrir este servicio ya que su función es idéntica a la de un disco duro externo. Con todo, una de las grandes discográficas, EMI, tiene abierto un pleito contra un servicio similar, MP3tunes, cuya sentencia se espera para este verano. El propietario de este servicio alega que las discográficas pretenden bloquear los servicios de la nube de Internet exigiendo a los internautas que paguen por usar contenidos que ya han adquirido.
Amazon Cloud Drive ofrece a los internautas cinco gigas de almacenamiento gratuito (que pueden subir a 20 si el cliente realiza determinadas compras en la tienda en línea). Para obtener más capacidad de almacenamiento deberá pagar una cuota anual en función de la misma. A esta nube de Amazon se pueden subir todo tipo de archivos, desde documentos de texto a música. En el caso de la música, los archivos son accesibles tanto desde un ordenador como desde un móvil equipado con el sistema operativo Android, de Google. En Mashable destacan que el programa permite subir a la nube las canciones adquiridas en iTunes, la tienda de Apple.
Apple y Google están negociando con las discográficas un servicio similar. Amazon se les ha adelantado claramente. De hecho, Apple ya cuenta con este servicio. Se llama iDisk, pero no lo anuncia como capaz de almacenar música. En la página española del mismo se explica que “con el iDisk de MobileMe, almacenar, acceder y compartir archivos por Internet es supersencillo, y tienes espacio de sobra: ni los archivos grandes son un problema. Basta con añadir los archivos que quieras a tu iDisk y, subas lo que subas, estarán ahí para descargarlos con un navegador web en cualquier ordenador o con la aplicación iDisk del iPhone, iPad o iPod Couch”. La discreción de Apple sobre los usos musicales de la herramienta se explican, según los expertos, porque carece de las licencias que exigen las discográficas. En el mundo anglosajón no existe el concepto de copia privada (y tampoco el canon digital).
Los Angeles Times subraya los últimos movimientos de Amazon en el terreno de la venta de contenidos digitales. Hace un mes abrió en Estados Unidos un servicio de alquiler de vídeos que busca competir directamente con Netflix.
Una analista de Forrester destaca que Amazon tiene una amplia experiencia en la distribución digital de libros desde el lanzamiento de Kindle lo que le permite afrontar la apertura de nuevas áreas con solvencia técnica y crear un ecosistema alrededor de su tienda. Amazon, comenta, necesita una alternativa para la era del pos CD. Con todo no cree que se trate de la oferta que definitivamente enganche al consumidor en el mundo de la música. Algunos analistas aventuran que el propósito de Amazon es fidelizar a sus clientes y atraerlos a sus tiendas de contenidos ofreciéndoles como un complemento la posibilidad de tenerlos disponibles desde cualquier máquina.
En cualquier caso, el movimiento de Amazon ha de inquietar tanto a Apple como a Google. Apple presentó hace unas semanas una demanda contra Amazon alegando que no puede usar el término App Store para sus servicios de venta de aplicaciones porque se trata de una marca propia. La demanda se plantea después de que Amazon abriera un portal para que los desarrolladores de Android pudieran preparar aplicaciones para su tienda, un espacio que denomina Amazon App Store Developer Portal. La apertura de una tienda de aplicaciones para Android de Amazon se presenta como una alternativa distinta al modelo instaurado por Google, propietario del sistema operativo para móviles Android, basado en el software libre. Amazon asegura que las aplicaciones de su tienda deberán superar una revisión similar a la que aplica Apple a las suyas. Google, en este sentido, mantiene una política más abierta. De entrada no hay una tienda exclusiva de aplicaciones para Android. La no supervisión previa de las aplicaciones a la venta ha provocado que se hayan detectado aplicaciones que albergan programas maliciosos. Apple siempre ha defendido que la aprobación preliminar de las aplicaciones por su parte no se hace por motivos de censura si no de seguridad. La reclamación de Apple también es discutida por Microsoft que ha alegado ante las autoridades de Estados Unidos que Apple está usando un concepto genérico como propio. Apple ha replicado que Microsoft históricamente ha hecho lo mismo al denominar su sistema operativo Windows.
El problema para Google, además del servicio en la nube, es que Amazon se convierta en la tienda de referencia de aplicaciones para su sistema operativo Android. De momento está lejos de serlo, pero…. Ya solo falta que Amazon lance su propia tableta como ha hecho con el lector de libros digitales. Algunos medios sospechan que los litigios de dominios que ha presentado la compañía por el registro de direcciones con la palabra “Scratchpad” tendrían que ver con este proyecto.