El nuevo procesador de un 1Ghz del iPhone 4 permite la creación de aplicaciones mucho más avanzadas. Una de las que mejor aprovecha su potencial es iMovie. Un precio de 3,99 euros, algo superior a la media, no impide que ocupe un lugar de honor entre las más descargadas. Slice iPhone (Splice) acaba de irrumpir en AppStore con gran éxito. Hace casi lo mismo que la aplicación creada por Apple, pero es gratis.
La facilidad de uso del programa es notable. Casi intuitiva. Basta con escoger la opción de crear un nuevo proyecto e ir tomando fragmentos de vídeos ya grabados o añadirlos con lo que se grabe en el momento.
Splice corta clips, los duplica, permite realizar diferentes tipos de transiciones y añade canciones como música de fondo. También permite tomar fotografías de la biblioteca y mostrarlas de manera dinámica, como si fuera un diaporama, una sucesión de diapositivas. Las fotos, una vez seleccionadas, se pueden retocar y convertir en sepia, boceto, negativo o blanco y negro.
La versión básica incluye una pequeña franja de publicidad mientras se edita. Para quitarla hay que pagar 1,99 euros. En todos los casos, el vídeo sale sin ninguna marca que indique que el programa tiene anuncios.
Poder cambiar la velocidad de un vídeo, incluso poner cámara lenta, es una de las características más celebradas. Supera al iMovie en varios aspectos más: los vídeos tienen mayor duración; en lugar de poner la misma música de fondo en bucle pueden tener diferentes canciones tomadas de iTunes. Sorprende la posibilidad de mezclar varias pistas de sonido: una con música, otra con efectos y una más con una voz que narra la acción.
Los que no se conformen con los temas visuales y marcos que vienen por defecto pueden adquirir más música ambiental, nuevas transiciones o marcos. Los hay especialmente conseguidos: uno que es un efecto de película de bobina en el lateral y otro que da la sensación de estar mirando por unos prismáticos.