Napster, la plataforma pionera de distribución de música gratuita que significó un dolor de cabeza para las disqueras y la inspiración de iTunes, desapareció formalmente de Internet luego que su competidora Rhapsody lo adquiriera para fusionarlo con su propia interfaz.
De esta manera, Napster siguió los pasos de desaparición o declive de exitosas y precursoras plataformas que en su momento despuntaron en el sector tecnológico al comenzar el año 2000, como Lycos, Altavista, StarMedia o Uol.com.
Napster, creado hace 12 años por Shawn el “siestero” Fanning, de ahí el nombre de “Napster”, llegó a su pico máximo de usuarios en el año 2001 cuando rebasó la cifra de 26 millones de descargas, un récord para la entonces naciente industria musical en Internet, en la que pronto competirían Kazaa, LimeWire, Grokster y por su puesto iTunes.
Ideado en 1998 y lanzado oficialmente en 1999 por un estudiante de Massachusetts, Napster alcanzó popularidad debido a que permitía a los internautas y sin intermediarios compartir música en formato mp3 sin costo alguno, a cambio de que quien descargara un tema a musical a su colección “subiera” a la red otro para así acrecentar la base de canciones, era así como comenzaba para algunos el uso masivo de las redes P2P.
No llegó al año de existencia y mucho menos con la idea de convertirse en compañía legalmente establecida, cuando Napster y su dueño se vieron enfrentados a demandas de las disqueras que exigían el pago de derechos de autor por la descarga ilegal de música, lo que entonces detonó una serie de análisis sobre cómo debía regularse el manejo y distribución de contenidos en Internet.
Los grupos Metallica, Radiohead y la cantante Madonna fueron de los primeros artistas musicales en inconformarse por las acciones de Napster, mientras que la cantante Alanis Morissette y las bandas The Offspring y Smashing Pumpkings eran algunos de quienes pugnaban por su entrada a la legalidad en vez de su cierre como insistían otros.
Fue a mediados de 2001 que los tribunales estadounidenses determinaron el cierre de los servidores de la empresa, además de conminarla a pagar a las disqueras encabezadas por A&M Records y Emi Music el pago de aproximadamente 26 millones de dólares, ya que para entonces Napster ya captaba ingresos y porque convirtió a su servicio en uno de suscripción.
Un mes más tarde, Napster estaba más muerto que vivo, pues su ventaja, la de ofrecer música gratuita, había sido prohibida por los jueces y además, en las universidades, los estudiantes y músicos “desconocidos” también habían perdido la posibilidad de compartir su música a través de este portal.
No obstante, para entonces Napster ya había descubierto la predilección del consumidor de adquirir un solo tema musical a todo un álbum que muchas veces era indeseable, aún con que fuera de su artista favorito.
Luego de los nefastos panoramas, Napster se declaró en bancarrota en mayo del año 2002 y vendió lo que aún tenía en activos a la alemana Bertelsmann en unos 85 millones de dólares. Bertelsmann luego vendió Napster a Private Media Group, compañía que principalmente utilizó los logos y marca de Napster como rostro de su aplicación Roxio.
Posteriormente, Best Buy compró Napster a Private Media Group por alrededor de 121 millones de dólares y desde octubre de 2011, Rhapsody, con 800 mil clientes, la adquirió a ésta última para fusionarla con su propia plataforma a partir de diciembre y así contar con una mejor fuerza para competir contra sus rivales iTunes y Spotify.(MCM).