Hace tiempo que se está impulsando el uso de portátiles, tablets y otros dispositivos electrónicos en las clases escolares para tratar de mejorar el rendimiento de los alumnos, pero parece que el experimento no siempre está dando buenos resultados.
Es lo que ha ocurrido en todo un distrito escolar estadounidense en Arizona llamado Kyrene. Dicho distrito ha invertido 3 millones de dólares en modernizar las clases de los distintos colegios que lo conforman, y aunque la medida ha hecho que la ilusión y el entusiasmo por parte de profesorado y alumnos aumentase, no ha logrado que los jóvenes mejoren sus notas.
Como indican en The New York Times, las notas de las pruebas básicas de lectura y matemáticas en dicho distrito se han estancado desde hace años, y esta medida pretendía mejorar esas calificaciones, pero se ha comprobado que no se ha notado ninguna variación en las pruebas, algo que pone en tela de juicio la validez del uso del portátil en clase.