Con vistas a los comicios legislativos del domingo, los estonios pudieron emitir su voto a través de internet, sea desde un ordenador o un teléfono móvil.
Según la CEC, un total de 140.846 personas emitieron su voto por la red entre el 25 de febrero y el 2 de marzo pasados, es decir, más de un 15 por ciento del electorado (unas 915.000 personas).
“Por internet no sólo votan los jóvenes, sino todos aquellos que optan por ahorrar tiempo”, agregó la fuente.
Cuando la antigua república soviética decidió incluir la opción de voto “on line”, muchos creyeron que se trataba de un gesto para la galería, pero nada más lejos de la realidad.
Si en las elecciones municipales de 2005 más de 9.000 estonios ejercieron su derecho al sufragio por internet, en las elecciones parlamentarias de 2007 es cifra ascendió hasta los 30.000 y en las locales de octubre pasado los votantes internautas fueron 104.000.
También resultaron injustificados los temores sobre la posible manipulación del recuento, un fraude del sufragio o la amenaza de ciberataques por parte de piratas informáticos que podrían sabotear las elecciones.
En 2008 piratas rusos sabotearon el acceso por Internet a los dos principales bancos estonios y a otras instituciones del país en represalia por la retirada de un monumento dedicado a los soldados soviéticos caídos en la II Guerra Mundial.
No obstante, la confianza de los estonios en este método de votación ha aumentado progresivamente hasta el punto de que las autoridades han pronosticado que en el futuro cerca de la mitad del electorado ejercerá su derecho constitucional de esa forma.
Para votar por adelantado a través de la red, el elector debe contar con un documento de identidad electrónico e introducir unos programas especiales para la emisión del voto desde cualquier computador.
Con todo, los votantes electrónicos disponen de la opción de acudir a las urnas a depositar su voto personalmente por si cambian de opinión en el último momento, pero en ese caso su sufragio por internet quedaría automáticamente anulado.
“Cada vez más estonios votan por internet porque confían en que el sistema no es manipulable y porque es muy cómodo. En un país como Estonia, el frío siempre es un factor de abstención”, señaló Silver Mekar, diputado del oficialista Partido de la Reforma.
Mekar aseguró que el voto por internet en Estonia “es más fiable que el voto por correo en países como Alemania, donde la papeleta se puede perder de camino hasta la urna”.
“El sistema es verificable. Cualquiera puede seguir el proceso desde el principio hasta el final, por eso no sólo votan los jóvenes, sino también adultos y mayores”, añadió.
El diputado recuerda que cuando decidieron adoptar este sistema de votación hace varios años pusieron énfasis en que fuera “más seguro que las operaciones bancarias por internet”.
“Lo hemos logrado, pero no se lo recomendaría a países como Rusia o Egipto. Para utilizar este sistema debes de ser una democracia en la que se respete la ley y los derechos fundamentales del ciudadano”, comentó.
Esa no es la opinión del político de origen ruso Dmitri Klenski, que considera “inadmisible” que los electores puedan votar desde su ordenador dos eces y después recapacitar y acudir a las urnas el domingo.
“Estoy en contra del voto por internet. Sí, uno puede votar en albornoz desde casa. Pero ¿porqué se puede votar hasta tres veces? Es muy fácil de orquestar el fraude. En cambio, en la urna si se estropea la papeleta, te anulan el voto”, comentó a Efe por teléfono desde Tallin.
Klenski, que representa al 25 por ciento de rusos que viven en Estonia, considera que “es imposible corroborar si la votación digital es legítima”.
“Estonia es una democracia joven. No está preparada para esta clase de experimentos. Hay sospechas, por lo que deberían renunciar al sistema. Así nos acabaremos convirtiéndonos en una democracia dirigida”, señaló.
El ruso considera que el voto por internet “es una moda” con la que los estonios quieren demostrar que son “el primer E-gobierno y que están por delante de las grandes potencias europeas”.
La población estonia, que ingresó en la Unión Europea (UE) en 2004 y adoptó el euro el pasado 1 de enero, está acostumbrada a tramitar por Internet la mayoría de sus gestiones cotidianas.
Por ahora, el ejemplo estonio, país de poco más de 1,3 millones de habitantes, no ha cundido y sólo algunos países han adoptado la votación internet en casos de referendos.
No obstante, recientemente Suiza anuncia que lo utilizará en las elecciones legislativas de octubre, aunque no de forma masiva.