La información EXIF —Exchangeable Image File Format— es una serie de datos, almacenados en archivos de imagen, y normalmente escritos por el propio firmware del dispositivo con el que se toman las fotografías. Lanzado en 1995, lleva ya más de una década usándose de manera regular en la mayoría de cámaras fotográficas y dispositivos móviles dotados de estas.
Entre dichos datos puede encontrarse el modelo de cámara, localización donde se tomó la imagen, hora, velocidad de obturación y otra serie de datos referentes a la fotografía, en algunos casos incluso el número de serie de nuestra cámara, algo que la hace única. La información almacenada depende, por supuesto, del modelo de cámara y firmware de esta.
En este último dato se han fijado los creadores de Stolen Camera Finder para ofrecernos un servicio que se esta haciendo bastante popular y que hace precisamente eso: ayudarnos a encontrar nuestra cámara robada o extraviada.
Para ello tenemos que subir una fotografía tomada con nuestra cámara, de la que se extraerán los datos EXIF que serán usados para intentar localizar otras fotografías tomadas por la misma cámara. En su defecto también tenemos la posibilidad de introducir manualmente el número de serie del dispositivo, en el caso de que dispongamos de el. ¿Donde? En la caja original del aparato.
Tras una búsqueda en la base de datos que ya contiene más de un millón de números de serie diferentes, se mostrarán los resultados que sólo deberían ser fotografías tomadas con nuestra cámara. Si no se han encontrado resultados siempre tenemos la opción de crear alertas para así recibir notificaciones en caso de que en el futuro la base de datos incluya nuestro número de serie.
El servicio se complementa mediante una extensión para Google Chrome y con Flickr Scraper, que busca en Flickr las fotografías de nuestra cámara y las añade a la base de datos del servicio.