El terremoto de Japón, los de Haití o Chile y el tsunami que padeció Indonesia en 2010 han puesto el foco de atención en la eficacia de las tecnologías dedicadas a alertar a la población ante la llegada de desastres naturales. En ambos casos, un movimiento sísmico de gran intensidad ha ido seguido por un potente tsunami que ha magnificado los efectos del temblor. En el caso de Japón, decenas de vídeos dan fe de los avances tecnológicos aplicados a la arquitectura, rascacielos moviéndose como si fueran de papel, sin llegar a derrumbarse.
Pero, ¿qué hay de los sistemas de detección precoz? Japón es el país mejor preparado ante la llegada de un terremoto:
1) UrEDAS: Sistema Urgente de Detección y Alarma de Terremotos en tiempo real. Es único en el mundo. Cuando detecta un temblor, lanzauna alarma temprana de P-wave –ondas P o primarias- características de los movimientos telúricos.
Esta tecnología está instalada en los famosos Shinkansen, la red de trenes de alta velocidad japonesa. Avisa a los propios transportes cuándo deben detenerse para no descarrilar ante un movimiento intenso. Puede detectar automáticamente el epicentro del terremoto y las zonas que se verán más afectadas.
2) Sistema de alerta temprana de tsunamis: Son la consecuencia inmediata de un seísmo. Los sistemas de detección desplegados en todos los océanos permiten hacer una predicción horaria de cuándo llegará el fenómeno a los diferentes países, pero siempre en función del terremoto en superficie.
Un sensor de presión fijado en el lecho marino se comunica mediante señales acústicas con la boyade la superficie que envía los datos vía satélite a todos los centros de vigilancia de tsunamis.
En algunos casos, dependiendo de donde se sitúe el epicentro, el aviso puede dar un margen de algunos minutos o varias horas a la población para evacuar las costas, en el caso de Japón el seísmo se produjo muy cerca de la costa, por lo que no hubo tiempo para la alarma.
3) Arquitectura: En este caso, se han visto las tristes diferencias entre un país preparado para los movimientos de la tierra y otro sin recursos ni medios. En Haití el terremoto de 7,1 grados en la escala de Richter en Enero de 2010 arrasó el país. En Japón, la fuerza ha sido de 8,9 y los daños mucho menores si se comparan magnitudes y nivel de destrucción.
4) Internet: Incluso en este campo, puede ser de utilidad. Gracias a los cables submarinos de fibra óptica podrían detectarse señales electromagnéticas: las partículas del océano cargadas de iones interactuarían con los campos magnéticos de la tierra pudiendo medir las variaciones de voltaje como un nuevo método de alarma y prevención de bajo coste y accesible a los países más pobres.
Las tecnologías actuales no son capaces de ‘leer’ las señales previas a los terremotos, si es que las hay; por lo menos, esperamos que los actuales sistemas de alarma y detección lleguen a todos los países independientemente de su nivel de riqueza.