Según un pronóstico más o menos fiable del responsable de digitalización de la British Library Aly Conteh, en el plazo de dos años veremos como los libros en formato digital superan por primera vez a los tradicionales de papel. El auge de la distribución digital, relacionada ya no sólo a los libros electrónicos si no también a smartphones y tablets como el iPad están acelerando un proceso que ya se veía como inevitable.
Una cuestión de formato que puede recordar al proceso sufrido en la música con el abandono de cassettes y cedés en beneficio del Mp3. ¿Terminará el libro de papel recluido a la categoría de objeto de culto del mismo modo que el vinilo?
Es probable, pero desde luego será necesario primero que esos dispositivos móviles alcancen ventas y disponibilidades aún más masivas, o que por ejemplo se conviertan en estándars en los centros educativos y enseñanza.