Los correos electrónicos anónimos podrían acercarse a su extinción gracias a una nueva técnica desarrollada por investigadores de la Universidad de Concordia en Canadá que permite ubicar quién es el autor de un mensaje no firmado.
Hasta la fecha las autoridades pueden determinar la dirección IP -los números que apuntan a un lugar físico de conexión a la red- desde donde se originó el correo electrónico, pero eso sólo permite identificar el lugar de origen, no el autor.
En el mejor de los casos la policía puede establecer una lista de sospechosos basada en su ubicación.
Pero la nueva técnica identifica patrones de escritura y es capaz de determinar si alguno de los sospechosos utiliza el mismo patrón empleado en el mensaje anónimo.
Nueva huella digital
Un equipo de investigadores de la Universidad de Concordia probó el método con éxito y aseguran que puede ser usado en un tribunal como evidencia.
Los académicos consideran que de esta manera es posible establecer una especie de “huella digital” en internet.
Los hallazgos fueron publicados en la revista Digital Investigation.
Benjamin Fung, Universidad Concordia
“Digamos que el correo electrónico contiene errores de digitación o gramaticales, o está escrito empleando sólo letras minúsculas. Nosotros usamos esas características especiales para crear un estilo propio de escritura de esa persona”, aseguró Benjamin Fung, experto en minado de datos de la Universidad Concordia.
“Usando este método podemos incluso determinar con un alto nivel de certeza quien escribió cualquier correo e inferir el género, nacionalidad y nivel de educación del autor”, agregó Fung.