Facebook, la red social más extendida de todas, en la que se suben alrededor de 200 millones de imágenes al día, ha adoptado una nueva tecnología para detectar las fotos ilegales, que representan un delito de pornografía infantil. Microsoft es el desarrollador de PhotoDNA, que funciona dividiendo en bloques el contenido visual y comparándolo con los datos de la organización National Center for Missing & Exploited Children.
La pornografía infantil se ha convertido en un problema mayor con el desarrollo de Internet y la popularización de las cámaras digitales. Por un lado, una mayor actividad en la web y la optimización de los servicios online, junto a la facilidad que existe para hacer fotos y compartirlas hacen posible estas malas prácticas.
Pero la tecnología también puede servir para evitar esta lacra que arrastra la web. En este caso Facebook se ha sensibilizado con el tema y ha establecido una mejora en su sistema para prevenir la pornografía infantil en el seno de su plataforma. Se trata de una tecnología desarrollada por Microsoft: PhotoDNA.
Con su ayuda se pueden identificar las imágenes y las partes que constituirían delito. PhotoDNA está en contacto con la base de datos de la organización estadounidense National Center for Missing & Exploited Children, institución a la que fue donada la tecnología por Microsoft.
El análisis de las fotografías se ejecuta a través de bloques, examinando el contenido por partes. Después se compara con datos equivalentes almacenados por el National Center for Missing & Exploited Children, que dispone de más de 48 millones de imágenes y vídeos en los que aparecen niños explotados sexualmente. De este banco de información existen unas 10.000 fotos que pueden ser cotejadas por PhotoDNA para evitar la pornografía infantil en Facebook.
Según las estimaciones de Hany Farid, experto en imágenes digitales y colaborador de Microsoft, al menos 50.000 imágenes de pornografía infantil están siendo transmitidas online cada día. El software escogido por Facebook funciona poniendo la fotografía en blanco y negro y la encorseta en un tamaño estándar. A partir de ahí es cuando se produce la separación en bloques y se somete el contenido al análisis.
El proceso asegura la privacidad de los usuarios de Facebook, según recoge The New York Times. La red social ve como cada día se cuelgan 200 millones de imágenes en su plataforma, siendo el espacio donde más fotos se comparten de toda la web.