La compañía asegura haber puesto en marcha mecanismos para evitar una saturación de datos como la sufrida el 10 de octubre. Llos servidores centrales de RIM, la empresa que comercia las BlackBerry, falló. Tampoco funcionó el conmutador de emergencia. El resultado: la red de datos de BlackBerry, que soporta 22 petabytes de información al mes (un petabyte equivale a 12 años de señal de televisión), se colapsó.
El bloqueo afectó, en diferente medida, a los 70 millones de usuarios de terminales BlackBerry en el mundo durante tres días.
La empresa puso en marcha rápidamente mecanismos de comunicación con los clientes, tanto los particulares (a través de redes sociales, Internet y medios de comunicación), como los corporativos (vía teléfono). Los principales ejecutivos de la compañía, incluyendo a Mike Lazaridis y a Jim Basillie, se disculparon públicamente y agradecieron a los clientes la confianza depositada en ellos.
Ahora bien, ¿puede volver a ocurrir? Ésta no es la primera vez que se bloquean las comunicaciones de BlackBerry, pero sí la más aparatosa. También se registraron caídas del servicio en 2007, 2008 y 2009, y hace sólo un mes se produjeron fallos menores en EEUU y Canadá.
Eduardo Fernández, director general de RIM España, asegura a EXPANSIÓN que la compañía ha puesto en marcha nuevas medidas para evitar que un fallo idéntico pueda volver a ocurrir. “Aprendemos de los errores. Somos conscientes de que nuestros equipos van dirigidos a personas que escogieron BlackBerry porque confiaron en su seguridad, y por eso dedicaremos los esfuerzos que sean necesarios para que sus comunicaciones sean seguras”, dice, sin entrar a valorar otras plataformas como iPhone o Android.
“Los clientes pueden tener la certeza de dos cosas: que los datos que transmitan no puede perderse y de que ellos son los propietarios de la información, con lo que ni RIM, ni ninguna otra empresa o institución podrá nunca hacer un uso ilícito de ella”, promete Fernández.
“El primer paso para recuperar la confianza es informar. Que la gente sea consciente de la complejidad de la infraestructura de BlackBerry y que dicha infraestructura es 100% de nuestra propiedad, algo único en nuestro sector, es el primer paso. De ahí, es nuestra responsabilidad que no vuelva a suceder”, afirma.
El ejecutivo español explica, asimismo, que “la saturación de las redes podría haberse resuelto en menos tiempo, pero decidimos que lo fundamental era cumplir nuestra palabra: que con BlackBerry, antes o después, todos los mensajes acaban llegando”, concluye.