La agencia espacial de Estados Unidos, la NASA, dice que el Satélite de Investigación Superior de la Atmósfera de la NASA (UARS) -que está fuera de uso- caerá a la Tierra probablemente este viernes 23 de septiembre de 2011.
En la medida que van pasando las horas, la NASA ofrece mayor información sobre el satélite que reingresará a la atmósfera terrestre. El UARS tiene el tamaño de un autobús escolar y pesa unas 5,4 toneladas métricas.
Mascar Matney, científico de desechos espaciales en órbita del Centro Johnson de la NASA, en Texas, dice que es muy probable que el UARS entre en la atmósfera el 23 de septiembre de 2011.
Matney asegura que se podrá estimar, más específicamente, el momento de caída a medida de que se acerque a la atmósfera.
En términos de a dónde van a caer los desechos espaciales, la NASA dijo que por ahora solamente la Antártida se salva de la rifa. Eso deja abierta la posibilidad de que los desechos caigan en seis continentes y varios océanos, aunque estiman que la zona donde podría caer el satélite corresponde en su mayoría a áreas deshabitadas del planeta.
Los científicos advierten que la caída podría ocurrir un día antes o un día después. Funcionarios de la NASA dicen que aproximadamente 26 trozos del satélite reingresarán a la atmósfera terrestre y podrían causar algunos daños.
La mayoría de los escombros se quemarán al reingreso y los funcionarios de la NASA anticipan que la caída de los escombros incinerados seran visibles aún durante el día.
El satélite caerá a la Tierra casi seis años después del final de una vida científica productiva.
¿Hay necesidad de cubrirse?
Los científicos de la NASA calculan que existe una probabilidad entre 3.200 de que una parte del satélite pudiera golpear a alguien, ya que la mayor parte de éste se incinerará al ingresar a la atmósfera terrestre. La NASA asegura que el riesgo para la seguridad pública o la propiedad es “extremadamente pequeño”.
“Si alguien tuviera la suerte de estar lo suficientemente cerca del punto de entrada, en la noche, lo que vería sería un espectáculo”, dijo Matney, refiriéndose a los cientos de piezas en los que se convertiría el satélite al atravesar la atmósfera.
A partir del 8 de septiembre 2011, la órbita de UARS ha ido bajando a 245 kilómetros.
“Si encuentra algo que crees que puede ser un pedazo de UARS, no lo toque. Póngase en contacto con un funcionario de la policía local para solicitar ayuda”, especificó la NASA.
Y es allí donde la Agencia de Control de Emergencias Federales, FEMA, entra en acción. Este organismo garantiza la seguridad en territorio estadounidense en caso de cualquier tipo de emergencia, desde aterrizajes de satélites hasta desastres naturales o terroristas.
En este caso FEMA tiene un plan de respuesta, actualizado en 2008, que incluye la ayuda de sus expertos en el campo y una guía de cómo reaccionar en el caso de que un satélite entre a la atmósfera.
Los funcionarios de FEMA indicaron que debido a que la nave no contiene materiales peligrosos o combustible, no hay necesidad de tratar de apagarlo, una de las primeras medidas en el manual.
Otros restos espaciales
La NASA dice que no tiene informes de que una persona haya sufrido de heridas daños significativos por el ingreso de escombros espaciales en la atmósfera. Sin embargo, en 1997 se reportó un incidente.
“Hubo una mujer en Oklahoma que fue golpeada por un pedazo de basura, un resto de un satélite, pero no llegó a herirla. Era una pieza de aislamiento. Ella salió a trotar y recibió el golpe”, recuerdan.
Matney dice que el reingreso de escombros es una cosa muy común, con un promedio de una pieza por día, pero esas piezas son por lo general muy pequeñas. Pero el científico aclara que esta será la primera vez en 30 años que un satélite de la NASA de este tamaño regresa para estrellarse con la Tierra.
Propiedad de la NASA
Los funcionarios de la NASA advirtieron a las personas que deben comunicarse con las agencias locales, como indica la ley, si encuentran partes del satélite.
Matney indicó que, si bien, las piezas no son tóxicas, estas pueden tener bordes muy afilados. A pesar de que se conoce comúnmente como “basura espacial”, los escombros aún pertenecen a Estados Unidos, país dueño de la nave.
Puta madre como joden estos americanos del carajo con sus malditos satélites fuera de uso, con tanta tecnología aliena adquirida después de la invasión de Berlín y la captura de 100,000 mil científicos, junto a todos los platillos voladores estrellados en la tierra, no tienen otra alternativa mas inteligente, que dejar que se estrelle en la tierra ? y causar una probable muerte o muertes de personas inocentes …
Si serán brutos, envés de crear una nave que recoja todo sus desechos esparcidos por la atmósfera de la tierra , dejan al asar que se estrelle un satélite fuera de control.