Así lo sostuvo Jean-Louis Sebagh, el cirujano plástico de Cindy Crawford. Argumenta que el tamaño reducido de las pantallas de estos dispositivos acelera la aparición de arrugas o agudiza las que ya estánTodas las mujeres amantes de la tecnología o, en su defecto, del Blackberry oiPhone tomen nota de los “efectos secundarios” que este vicio puede acarrear.
Jean-Louis Sebagh, el cirujano plástico de Cindy Crawford, fue quien emitió el alerta a las mujeres del mundo: por más tratamientos y cremas antiedad que prueben, si pasan horas pegadas a la pantalla del smartphone, las arrugas llegan igual. Y más rápido.
El profesional explicó que estos dispositivos –que ofrecen la posibilidad de navegar y realizar las mismas actividades que una computadora, pero en un espacio mucho más reducido– provocan que la mujer frunza el ceño, arrugue la frente o achine los ojos.
Por ende, si esa mujer pasa horas trabajando, revisando mails y respondiendo, mirando la hora, intercambiando mensajes, según Sebagh, las arrugas no tardarán en llegar.
Pero, a no desesperar. El cirujano planteó el problema, pero en teoría, también tiene la solución. Se trata del “Blackberry Botox”, un tratamiento que consiste en inyecciones del afamado antídoto de arrugas, para las adictas al smartphone.
Además, recomienda a las clientas realizarse un automasaje facial intenso a diario.
El doctor de Cindy Crawford no confirmó si la supermodelo se sometió a este tratamiento, pero aseguró que durante 2010 –conocido como “el año de los smartphones– las consultas por arrugas aumentaron notablemente.
Asimismo, recordó que esta no es la única dificultad que se le adjudica a los smartphones.
El “Pulgar Blackberry” es otra de las patologías ya difundidas, que refiere a un mal esfuerzo del dedo, por el sistema propio de estos dispositivos. Y el “computer vision sindrome”, que consiste en la sequedad y tensión oculares que genera la vista constante en la pantalla.