Si bien el real estado de salud de Steve Jobs se mantiene casi como un secreto de estado al interior de Apple, igual algunos medios han logrado obtener mayores detalles respecto a lo que podría haber un retiro parcial por motivos de salud de la dirección de la compañía que fundó.
Lo que sabemos hasta ahora es que en el año 2003 a Jobs se le detectó un raro tumor neuroendocrino (producido en el páncreas y que anualmente es diagnosticada a unas 3.000 personas en los Estados Unidos). Según lo informado por el mismo Jobs a sus colaboradores al interior de la compañía, la enfermedad era perfectamente curable ya que había sido diagnosticada y tratada a tiempo (incluso fue sometido a una intervención quirúrgica en el año 2004).
Posteriormente a principios del año 2009 Jobs admitió que se encontraba afectado por lo que él denominó como un “desajuste hormonal”. Este problema de salud habría sido gatillado porque el cáncer que afectó a Jobs había hecho metástasis en su hígado (de ahí la necesidad de someterse a un trasplante). El problema para Jobs fue que la mayoría de los especialistas en la materia no le recomendaron someterse a este tipo de intervención, ya que no resuelve el problema de raíz (el cáncer originado en el páncreas).
Ahora la revista Fortune publica un artículo en donde se asegura que durante gran parte de ese año (2009), Jobs estuvo en una clínica en Basilea (Suiza) para someterse a un nuevo procedimiento para tratar su enfermedad.
Dicho tratamiento habría involucrado la realización de varias sesiones de quimioterapia y otro tipo de tratamientos considerados como “agresivos” y que en otros casos habían logrado tener éxito en el tratamiento del tipo de cáncer que afecta a Jobs.
Al parecer como parte del tratamiento que siguió Jobs en Suiza se tomó la decisión de someterlo al trasplante de hígado, lo que se concretó el 22 de marzo de ese mismo año en el Instituto de Trasplantes del Hospital Universitario Metodista de Tennessee. Según todos los reportes de esa época, esta última intervención habría resuelto gran parte de los problemas que más apremiaban la salud de Jobs, por lo que fue considerada como todo un éxito.
Ahora que Steve Jobs les comunicó a los empleados de la compañía que dejaría la dirección de esta por un tiempo indeterminado, los rumores sobre el real estado de su enfermedad han vuelto a surgir y en la mayoría de los casos no se ven tan buenos.
En su gran mayoría apuntan a que el cáncer de páncreas se le activó nuevamente reproduciéndose hacia otros tejidos. Lo anterior tiene su base en el hecho de que los medicamentos inmunodepresores que debe tomar de por vida para evitar el rechazo del órgano trasplantado, a su vez tienen como efecto secundario dejar a su organismo vulnerable a la hora de enfrentar un cáncer como el que sufre.
A partir de lo anterior algunos medios especulan sobre la posibilidad de que Jobs nuevamente viaje a Suiza para seguir con su tratamiento, claro que todos apuestan a que sus alternativas son cada vez más escasas.
Buen trabajo.