Estados Unidos y Republica Dominicana son los países donde las tarjetas de crédito y de débito todavía funcionan con una franja magnética, mientras que en el resto de los países industrializados años atrás se empezó a utilizar la tecnología del “chip inteligente”.
La franja magnética es una tecnología muy vulnerable al crimen, ya que allí mismo se almacena toda la información requerida, tal como un texto impreso puede ser “leída” y copiada fácilmente. Debido a esto las empresas estadounidenses y los bancos gastan miles de millones de dólares para contrarrestar el fraude y el robo. Sin embargo, continúa siendo más beneficioso pagar estos costos que cambiar toda la infraestructura o dejar de recibir las ganancias por venta de tarjeta.
“El sistema de tarjetas de este país es disfuncional desde hace mucho tiempo. Tenemos mucho, mucho más fraude porque nuestro sistema de pagos es muy anticuado con respecto al resto del mundo. Es algo que debimos haber corregido muchos años atrás”, dijo Mallory Duncan, consejero general de la Federación Nacional de Minoristas.
Las “tarjetas inteligentes”, como se conoce a las que tienen la nueva tecnología, tienen un pequeño chip que guarda la información que solo se lee en el momento en que se desliza la tarjeta por la ranura del lector. Además, el cliente nunca tiene necesidad de abandonar su tarjeta, porque es muy simple tener aparatos inalámbricos que reciben estas tarjetas.
Pero en Estados Unidos no se ha definido quien asumirá los gastos de la transformación del sistema. Los comerciantes creen que deben ser los bancos y los bancos indican que las tiendas no quieren un cambio.
La firma Javelin Strategy y Research indica que en EE.UU. se pagan alrededor de $14.000 millones de dólares por fraude cada año y que el costo en investigación sobre este tipo de crimen sobrepasa los $37.000 millones de dólares.
Canadá y México han anunciado que empezarán a realizar una transformación de su estructura de pagos a las tarjetas inteligentes, lo que convertirá a los comerciantes estadounidenses en blanco de aquellos criminales que poseen o compran tarjetas con franja magnética en el mercado negro, advirtió la compañía Visa, que a su vez anunció que ya está modificando sus tarjetas.
A su vez, una de las cadenas más grandes del país, Wal-Mart dijo estar instalando lectores de tarjetas inteligentes y estar trabajando en un programa de computación que permita recibir pagos de este tipo más fácilmente.
Me llama la atención que el articulista parte de una afirmación completamente errada señalando que sólo en R. Dominicana y USA se usan tarjetas de banda magnética.
La realidad, es que en el mundo entero se utilizan tarjetas de banda magnética, y sólo en un 20% de las tarjetas (esencialmente en Europa) ellas llevan además el chip PERO ADEMÁS TIENEN BANDA MAGNÉTICA, para poder operar en el 80% del mercado mundial que no usa chip, mercados que han declarado (como USA) que no usarán el chip.
Adicionalmente señala que el chip evita el fraude, lo cual es sólo parcialmente cierto, como queda demostrado por las cifras de fraude en tarjetas en Europa, que no han disminuido tan sustancialmente.
Finalmente, respecto al fraude, existen soluciones tremendamente efectivas para evitar el fraude usando tarjetas con banda magnética, como ser MagnePrint.
Alberto Mussard
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